lunes, 7 de mayo de 2018

Ragdoll, Daniel Cole


Tras una lectura que me ha dejado buen sabor de boca, lo mejor es recurrir a uno de esos thriller policiacos donde las horas de entretenimiento están garantizadas. Cuando me detuve ante este título, otro muy semejante se vino a la cabeza, “Muñeco de nieve” que sin quererlo había visto en película un par de tardes antes. Con ciertas semejanzas y no pocas diferencias, me acabó de convencer esta historia de investigación policial alrededor de un hallazgo macabro y brutal y pasé a su lectura que solo me llevó algunas tardes de sillón y ventana, de esas que tanto gustan a los lectores.
 “Ragdoll, el muñeco de trapo» es el nombre con el que los medios sensacionalistas han bautizado al macabro hallazgo en un piso vacío de Londres. Cuelga del techo mediante unos hilos, apunta con un dedo hacia la ventana y está hecho con «retales» de seis personas, cosidos para formar un solo cuerpo del que solo han podido identificar la cabeza. ¿Quiénes eran las otras cinco víctimas? ¿Y por qué el dedo del Ragdoll señalaba hacia el apartamento de enfrente, donde vive el detective William Fawkes, alias Wolf?
Casi inmediatamente después del macabro hallazgo, el asesino hace llegar a la prensa una lista con sus seis próximas víctimas y el día en que las matará.
El detective y su equipo, presionados por sus superiores y acosados por la prensa, deben descubrir por qué fueron asesinados y que tienen en común para desenmascarar al culpable antes de que cumpla su amenaza”.
Daniel Cole, nos presenta su ópera prima dentro del género negro y criminal. Thriller de manual con todos los ingredientes que se precien; asesino en serie, muertes macabras, investigadores cuestionados y de implicación personal, equipo de trabajo inasequible a la adversidad, periodista ex mujer del protagonista, juego del gato y el ratón, errores judiciales, policía despistada e inexperta…, una trama bien trazada con buenos giros y sobresaltos, pero que no deja de ser una novela más de argumento trillado y predecible.
En favor de la novela, hay que reconocer que goza de un prólogo introductorio que te sitúa muy bien en la historia, que el ritmo es bueno y trepidante, que la ambientación está bien trabajada y cuidada, que las dosis de morbo y crueldad no se adornan ni maquillan, por lo que desde el inicio a modo de flashback genera la tensión y el interés suficiente para enganchar; aunque en el fondo sea una copia de la inigualable “Seven” y otras tantas obras del cine que con tanto éxito nos han conquistado a lo largo de los años.
En general, está bien escrita, lectura ágil, fácil, cargada de humor, tensión sexual, dolor recreado y trama que confunde en no pocos momentos. Escrita con prosa sencilla y un claro abuso del diálogo muy común en el género negro. Los personajes representan arquetipos ya trillados, incluso la presencia de la ex del policía al cargo de la investigación y su profesión de reportero, nos recuerda a novelas del panorama literario nórdico.
La recomiendo por sus detalles de originalidad que la hacen diferente, por el puntito peliculero y porque en líneas generales me ha resultado entretenida y muy ajustada a lo que necesitaba en estos momentos. Vosotros decidís, como para “gusto los colores”.
“Cuando alguien te lastime llora un río de lágrimas, construye un puente y luego pasa por encima.”

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