lunes, 15 de enero de 2018

El amor entre los peces, René Freund


No es raro tener a mano ejemplares breves para leer “entre lectura y lectura”, y “El amor entre los peces” me lo traje de la biblioteca pensando que lo leería cuando terminara la novela anterior. El argumento me pareció muy cercano a lo que se entiende por una novela romántica, pero como aficionada y poco asidua a ese género, la verdad que no puedo asegurar si es así; lo cierto es que me han resultado muy agradables sus escasas doscientas páginas, bien ambientada, amena y divertida, que sin grandes pretensiones ha cumplido la función de entretenerme y hasta sacarme una acertada y bienvenida sonrisa.
“Fred Firneis es un autor de éxito sumido en una profunda crisis personal y creativa. Su editora le recomienda que abandone Berlín y vaya a descansar a una cabaña en los Alpes austriacos, un lugar recóndito en el que ni sus propios fantasmas podrán perseguirlo. Allí conoce a August, un guarda bosques dueño de una peculiar filosofía de vida, y, sobre todo, a Mara, estudiante de Biología que está escribiendo una tesis sobre el piscardo, un pez fascinante. El amor parece llamar de nuevo a su puerta y Fred encuentra las fuerzas para escribir. Sin embargo, un día Mara desaparece sin dejar rastro”.
Trama muy simple, lineal y con un desarrollo de acontecimientos que sigue la cronología en la que van sucediendo. Estilo sencillo para una historia muy fácil de seguir, con poquitos personajes, buenos escenarios, descripciones justas y paisajes que acaban proporcionando bienestar; la novela apta para todos los públicos a cualquier hora día y lugar.
Tres protagonistas son suficientes para construir un relato que gira alrededor de Fred y su crisis de creatividad, unas montañas en el Tirol hacen de escenario perfecto y un repertorio de situaciones imprevistas la guinda para lo que parece ser un folletín de enredos de “gente buena” que viven sus particulares “locuras” de vida. Dividida en capítulos breves, diálogos continuos, dosis de ironía y humor, que hacen de este “amor entre peces” un momento de relax y oxígeno que a todos nos viene bien de vez en cuando.
Dos particularidades tiene la obra de este escritor vienés; la primera el recurso epistolar que se entremezclan entre capítulo y capítulo, son las cartas de Fred a su editora cargadas de ocurrencias y despreocupación, en las que se observa la evolución del personaje negativo y taciturno de Berlín, al desenfadado hombre de las montañas austriacas. La segunda originalidad que no pasa desapercibida, son las pinceladas de autoestima que nos llegan a través de frases acerca del sentido de la vida y esas “cosas” que surgen a propósito de las crisis de identidad y el cuestionamiento de la existencia; no son muchas y para nada estropean el “buen rollo” de la narración ni de la trama.
Recomendada para desconectar, acurrucarse en el sillón y disfrutar de un té sin prisas. No es un Premio Nobel ni necesita serlo, es una historia que te permite aparcar las preocupaciones y reconocer que el amor existe hasta en las peceras más pequeñas. Espero que os guste.
“Me he dado cuenta de que vivimos en una época de seguridad material que tenemos que defender continuamente, una obligación que nos convierte en esclavos. Cuantas menos cosas tengo más grande me hago”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario