miércoles, 28 de septiembre de 2016

La ciudad de los libros prohibidos, Maribel Carvajal

No siempre resulta sencillo comentar todo lo que leo, puede que esta sea una de esas ocasiones. “La ciudad de los libros prohibidos” llegó a mí por la vía más cercana que podamos imaginar, la autora directamente me hizo participe de la publicación de su novela, Maribel Carvajal, es lo que llamamos una “paisana” que conozco desde hace mucho tiempo y sabedora de mi afición por la lectura, compartió los frutos de un proyecto que le ha ocupado la nada despreciable cifra de diez años, motivo suficiente para ser generosa con ella y comprar su libro, aportar un granito de arena y contribuir en el debut literario de esta joven y valiente escritora extremeña.
Para hacer una sinopsis breve de estas mil páginas os cuento, que avanzado el siglo I de nuestra era en la colonia de Augusta Emérita tienen lugar una serie de misteriosos asesinatos que alteran la vida de este enclave de la Lusitania. La búsqueda de unos manuscritos conocidos como los “Los Libros Sibilinos” desencadenan acontecimientos que destapan una red de corrupción, codicia, crímenes e intrigas que pretenderán justificar las formas de vida y las soluciones propias de una sociedad que es el fiel reflejo de su Imperio”.
Prefiero no entrar en detalles y en el caso de animaros, que cada uno complete el argumento del úelato. Sinceramente si muchos encontraran diez líneas en el reverso del libro tal vez se hubiera multiplicado el número de lectores. Mientras lo leía intentaba encontrar a compañeros que estuvieran inmersos en esta novela, muchos quedaban asustados por el volumen de páginas y otros se perdían en el repertorio de personajes que dan vida a la trama; de manera que en solitario he leído este novelón que ya al comprarlo me recordó a las novelas de Ken Follet, que no decepcionan pero a las que hay que dedicar horas, tiempo y atención.
Al decidir leerlo busqué estrategias para no abandonarlo y recurrí a otros recursos utilizados en autores muy queridos por mí; para no perderme en la galería de personajes establecí una lista con alguna característica propia de cada uno de ellos, así acabé familiarizándome con Sexto Furnio Juliano y Cornelio Severo, además de otros muchos que completan el repertorio de actores y protagonistas secundarios; aún así Maribel presenta una relación detallada de cada uno de ellos, pero acostumbrada a Almudena Grande, opté por esta solución que siempre me da resultado. Aprovecho para decir que alrededor de Sexto y Cornelio pivota la trama principal de esta historia, y para ser justos un abanico de personajes femeninos que retratan al detalle la vida de las mujeres de esta época, sus aficiones, costumbres, el papel cerca y detrás de estos hombres y la capacidad de influir en decisiones atribuidas a una sociedad militarizada y castrense.
No hay nada que criticar acerca de la ambientación elegida por la autora, detallista hasta el exceso, consigue un retrato social de la colonia emeritense bajo el mandato de Nerón que nada tiene que envidiar a la capital del Imperio. Aborda todos los temas de la época, cultos, leyes, dioses, el papel del ejército, las campañas, las fiestas, los excesos, las ansías de poder, la corrupción, las injusticias sociales…, y a medida que presenta un tema confecciona una trama que supone un despliegue de documentación tan exhaustiva, que acaba siendo un desafío terminar párrafos que a mi parecer se han alejado del argumento inicial. En estas secuencias que son muy frecuentes me he acordado de Arturo Pérez Reverte que para describir el uniforme de un militar necesita  veinte páginas y eso a los lectores acaba echándonos para atrás. Creo que le sobran cientos de páginas a la novela, a los que nos gusta la Historia leer documentación a estos niveles no nos importa, pero quienes eligen una novela llevados por un misterio desean leerla para resolverlo y de paso aprender sobre otras culturas y civilizaciones.
Sin duda la recomiendo, tiene todos los ingredientes de un relato de intriga, misterio, hay muertos, hombres malos, mujeres perversas, amor, libros perdidos…, todo lo que encontramos en otros géneros pero dentro de la novela histórica. Me hubiera gustado menos explicaciones de cada acontecimiento narrado, suprimir algunas tramas que me han resultado innecesarias, pero también quiero decir que el lenguaje es ágil, sencillo y asequible, que aunque largo el libro se disfruta, que está escrito para todos los públicos, con escenas elegantemente tratadas, como mucho rigor histórico y que sin duda entre cada línea he sabido reconocer los valores con los que se construye una sociedad, amistad, lealtad, honestidad, valentía y honradez…, valores que cuesta trabajo reconocer en las sociedades actuales y cuya ausencia las condenas irremediablemente a su desaparición.
Me gustaría animaros a su lectura especialmente por corresponder al trabajo de Maribel Carvajal y porque siempre digo que escribir es una tarea muy difícil, que guste lo que escribes un desafío y que se reconozca tu esfuerzo un sueño; hagamos que todo esto y más haya valido la pena para esta joven y audaz escritora.

“En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tu mismo”.

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