jueves, 21 de julio de 2016

Liquidación Final, Petros Márkaris

No daba crédito al argumento de la séptima entrega del inspector Jaritos, el personaje estrella de Petros Márkaris. Dentro del género de novela negra, misterio y algo de thriller, es sin duda un relato de asesinatos pero con la particularidad de que las ejecuciones, gozan del aplauso de los ciudadanos y que sin quererlo, acabamos por una vez y espero que la última, por empatizar con el malo de la historia.
Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis sólo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situación. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la acción y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo está patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crímenes, sólo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadáver de la primera víctima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y él tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra «providencial», aplaudida por muchos ciudadanos.
El comisario Jaritos es un reconocido investigador con fama a nivel europeo, las novelas que protagonizan han gozado de las buenas criticas de los suecos, auténticos “hachas” en este fenómeno literario de los últimos años. “Liquidación Final”, es la segunda entrega de una trilogía llamada “La Trilogía de la Crisis”; sin duda el título está más que meditado, nada es casual, la situación de Grecia y muchos otros países se convierten en el telón de fondo para la reflexión acerca de las causas que han provocado un caos de proporciones semejantes.
Toda la novela consigue enganchar desde las primeras líneas, no hay un solo acontecimiento fuera de las muertes, con el que no nos podamos sentir identificados los europeos de estas últimas décadas. Cuando asistimos a los efectos que producen los asesinatos de este “héroe” de métodos nada justificados, a muchos se nos pasa por la cabeza que no estaría mal una “Arreglo final” para frenar tanta corrupción, robo y mafia institucionalizada como la que padecen los ciudadanos víctima de gobiernos podridos.
Es un asesino a los Batman, a lo Robin Hood, porque sus actos criminales se traducen en ganancias económicas y devoluciones de cantidades desorbitadas de dinero robado a los contribuyentes y eso “gusta”, aunque no queremos que en el fondo la ficción se aplique a la realidad, la sociedad acabaría evidenciando aún más la tan explicita crisis de valores que padecemos.
Me ha encantado la estructura de un argumento cerrado, que en realidad es el resultado de dos tramas que se trenzan a medida que se avanza en la novela y porque sin quererlo, la desesperación social que nos cuenta Petros Márkaris, es de tal magnitud que acaba elevando a nuestro despiadado asesino a la categoría de “héroe nacional”. Realiza una disección y radiografía de la Grecia actual y aprovecha esta ocasión para exponer con una prosa dinámica y diálogos muy acertados, una denuncia política, social y económica de su país, además de invitarnos a dar soluciones a un panorama insostenible del que todo formamos parte.
La recomiendo a los amantes del género y a los que busquen algo diferente y por supuesto que nadie albergue la idea de liquidar sus cuentas con Hacienda si no es a la manera tradicional...

La dignidad no es una cuestión de principios sino de finales”.

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