domingo, 15 de mayo de 2016

La memoria de la piel, Davis Grossman

En las habituales incursiones a la biblioteca y rebuscando algo diferente, choqué con este título y este autor desconocido para mi. La belleza de la portada me atrapó y aunque la sinopsis me dejó ciertas dudas, al final decidí darle una oportunidad, y tras leerla paso a contaros mis impresiones sobre la misma.
En realidad David Grossman nos narra dos historias diferentes, la primera, llamada “Delirio”, es el viaje que emprende Saul en busca de su esposa convencido de una infidelidad de años, en ese periplo peligroso y descabellado, arrastra a su cuñada, quien contempla impotente la obsesión que padece este marido desconfiado.
La segunda, es la que da nombre al libro ”La memoria de la piel”, una escritora de éxito pero de conductas reprochables y amargada, relata de forma despiadada la aventura entre su moribunda madre y un adolescente.
Con semejante argumento y sin saber nada de este israelí representante de la narrativa contemporánea, me lancé de cabeza a una lectura que sabía que aprovecharía los temas del deseo, la pasión y la infidelidad, como eje principal sobre el que pivotaran los personajes de ambos relatos. Muy psicológica para mi gusto, con una profundidad de vértigo y creando un ambiente en ciertos momentos irrespirables; especialmente en la primera y algo más suave en la segunda.
Son historias fuertes y originales, de niveles literarios muy altos; no es una novela a lo tradicional por eso me gustó hasta el punto de terminarla, pero reconozco que pueda no ser del agrado de la mayoría de los lectores. Lo cierto es que está permanentemente desafiando al lector a parar en reflexiones profundas, para que nada pase de largo. Muy adecuado el cambio de ritmo drásticos en la narración que varia desde momentos de laxitud extrema a exaltados y emocionantes.
Narrada en tercera persona, el autor concede a los celos tal importancia que alcanza rango de personaje y en ocasiones no sabia si estaba contando una experiencia real o era ficción; desconozco si hay algo de autobiográfico en el relato, lo que si es cierto es que junto a los celos, la imaginación es la otra gran protagonista de esta memoria y del efecto en su piel.
Planteada con gran sensualidad y erotismo, utiliza un lenguaje rico y elegante huyendo intencionadamente de cualquier vulgaridad. Hay algo bueno y es que ambos relatos son independientes uno del otro, de manera que pueden ser leídos por separado.
Aviso de la existencia de monólogos intensos en un viaje tanto físico como mental para lo que necesité estar muy predispuesta, de lo contrario tal vez no la hubiera acabado.
No la recomiendo como preferencia, pero tampoco la descarto; los lectores tenemos momentos y gustos tan variados que nunca sabemos con que historia podremos disfrutar o descubrir talentos desconocidos y todos los que dedican su esfuerzo a la dura tarea de escribir, merecen su oportunidad, yo se la he dado a David, ahora decidid vosotros si se la dais también.

Correr hacia el futuro no resulta demasiado grave si solo se intenta aprovechar un poco más el presente”.

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