viernes, 1 de abril de 2016

La mirada de una mujer, Marc Levy

No quería entrar en lecturas complejas y de grandes desafíos y topé con “La mirada de una mujer”, leer es siempre un placer y si la elección está inspirada en realidades que nos son familiares, pues no hay más que hablar.
Cuando Susan decide separarse de Philip para irse a Honduras junto a los mas necesitados, su relación empieza a flaquear. A pesar de las cartas que se escriben y de los profundos sentimientos que los unen, la distancia física va apartando también sus corazones. Un día, el pasado vuelve a encontrarlos encarnado en una niña de once años. En ese momento, Philip y Susan tendrán que demostrar que aún se tienen el uno al otro, y que el suyo fue y sigue siendo un gran amor.
Ambientada e inspirada en situaciones de actualidad, escrita con un estilo sensible y muy sentimental pero que no roza lo meloso, de ahí que se soporte... Cuenta con una buena labor de documentación y aporta muchos datos sobre los escenarios humanitarios en los países del Tercer Mundo, aquellos desfavorecidos y víctimas de catástrofes naturales o pobreza endémica.
El argumento es algo simple y en algunos momentos llega a ser aburrida, la encuentro perfecta para un guión de película de sábados por la tarde.
Narración que aborda un repertorio de temas de actuales y cuya trama se desenvuelve gracias a la correspondencia mantenida por los personajes principales; estos que son bastantes flojos y con los que se empatizan sin dejar huella.
No es la novela que me ha hecho perder la cabeza pero tampoco el tiempo, me atrevería a decir que es del género romántica, y yo frecuento poco este tipo de relatos.
No conocía al autor, es su segunda novela, pero conversando con otros lectores me han invitado a leer “Ojalá fuera cierto”, dicen que supera en calidad a esta “mirada de mujer”.
Sin hacer una dura critica, os cuento que la trama podía haber sido más explotada y que la absurdez del final igualmente merecía haberse trabajado de otra forma, especialmente para darle una oportunidad a estas casi trescientas páginas.
Os la reseño porque hay gusto para todo y sin duda habrá quien disfrute con esta novela del escritor francés Marc Levy; por mi parte la inicié y por supuesto la he terminado y en honor a la verdad, otras peores he leído y siempre defendiendo que este trabajo de los escritores, bien merece un esfuerzo por nuestra parte y si se disfruta...mejor aún.
Elegid vosotros.

Solo el amor y la amistad pueden aliviar la soledad actual. La felicidad no es un derecho es un combate diario.Creo que es preciso saber vivirla cuando se presenta ante nosotros”.

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