sábado, 2 de enero de 2016

Bajo los tilos, María José Moreno

Es el libro con el que inauguro el año que acaba de comenzar. Su elección es fortuita y la verdad que bastante acertada. Su portada muy acogedora y bucólica; tras un día de Año Nuevo, poco más hay que mirar para echar un rato de lectura invernal.
María José Moreno, es médico psiquiatra y profesora de medicina y tuvo la valentía de embarcarse en la aventura de la escritura y en el desafío de autopublicar sus novelas; algo que últimamente se ha convertido en bastante común. Yo la definiría como una historia sencilla y bien contada, cargada de secretos que se van desvelando poco a poco; secretos de familia por supuesto, esos que marcaron un pasado y que aparecen pesarosos en el presente. Tengo la teoría de que los secretos de esta índole no caducan, reaparecen cuando menos te lo esperas.
Os animo con la sinopsis; Elena fallece en el avión que la traslada de Madrid a Nueva York. Su familia no sabía que había emprendido ese viaje. Elena guardaba un gran secreto. Cuando su hija María recibe la trágica noticia, se ve envuelta en una espiral de preguntas sin respuestas.
¿Qué hacía su madre en ese avión?, ¿por qué iba a Nueva York?, ¿por qué no se lo había contado a nadie?... Preguntas que la sumen en una tenaz búsqueda en el pasado de su madre hasta conocer sus más íntimos, oscuros y dolorosos secretos”.
Son unas doscientas páginas y no sobra ni falta de nada en el relato, cortita pero agradable. Lectura muy rápida y ágil que engancha a pesar de carecer del factor sorpresa. Es además una fantástica estampa de una sociedad donde las mujeres tenían escasa consideración y el maltrato era “algo más y cotidiano”.
Una novela de sentimientos encontrados, dolor, angustia, felicidad, esperanza, reconciliación. Una novela de intriga, una novela real, posible. ¿Qué sabemos en realidad de nuestros padres? Solo lo que nos cuentan.
Por supuesto María es el eje de la novela, sobre el que pivota la acción y los hechos narrados en la obra. Creo que podía haber sido más explotado el argumento, es como si se quedara “en pinza”, buen guión para una película, tiene una trama ordenada, un desarrollo limpio y un desenlace bien estructurado.
Me ha venido “al pelo” para estos días, se lee con tranquilidad, sin sobresaltos y para nada esperando sorpresas ni tensión. Los personajes se hacen cercanos y la historia está hilvanada sin cabos sueltos. No quiero dejar pasar la ambientación casi provinciana elegida por la autora, la temporalidad medida por ella, sucede en siete meses, todo muy cronológico pero con los necesarios saltos al pasado que exige la trama.
Yo la encasillaría en una novela intimista, emotiva, que nos invita a reflexionar sobre el alma humana.
Es curioso como la escritora, a través de las mujeres discretas y silenciosas nos ha llevado por toda la trama de la manera más elegante y sutil. No resulta aburrida porque está dividida en diez capítulos numerados y con epílogos, todo dosificado con diálogos muy bien medidos.
La recomiendo por que es un tanto original y a la vez “familiar” y lo que me ha dejado muy claro, es que muchas veces, las decisiones de otros marcan eternamente nuestras vidas.
Vives encerrada en una pompa de jabón hasta que por azar explota y entonces te das el porrazo de tu vida, tocas tierra y muerdes de lleno la verdad”.

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