jueves, 31 de diciembre de 2015

Puerto escondido, María Oruña

He cerrado el año con una novela que estaba en los escaparates de todas las librerías, aunque no quisieras mirar, allí aparecía “Puerto escondido” de María Oruña, luego muy escondido no estaba...
Os hago esta entradilla en la reseña, porque a veces las editoriales se empeñan en vendernos producciones al margen de la calidad literaria que estas puedan tener. En lo que entiendo y con mis pretensiones de lectora que quiere aprender, curiosear y entretenerse, en muchas ocasiones me parece que no es tan bueno el libro que adorna esos expositores, pero sí que son desmedidos los intereses que se “esconden” tras ellos.
Portada atractiva, entre romántica y bucólica, con grandes evocaciones de algún misterio por resolver, bien presentado, fechas propicias para los regalos y una buena campaña publicitaria... no se puede pedir más para caer atrapada en sus redes, y caí. No me arrepiento, me gustó, me enganchó y la terminé, justo cumplí mis objetivos básicos cuando me enfrento a una lectura. Ahora bien, no es un Premio Nobel y los cohetes los reservaremos para otra ocasión.
Más de cuatrocientas páginas de novela que algunos han catalogado de negra, pero para nada de la “negra” buena.
Antes de poner la sinopsis, os cuento que la trama está inspirada en un crimen muy sonado que hubo en Cantabria en 1953. Una joven ama de llaves, mató y arrojó por un acantilado a un señorito de Las Fondas de Ubiarco; y para centraros en el resto dejo la sinopsis:Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino”.
Que os puedo adelantar, es un tragedia del pasado que se cuenta en el presente, con personajes de antes que en algunos casos siguen en el ahora, con unas localizaciones reales y muy reconocibles por los amantes de Cantabria; que está bien narrada, con muchas dosis de suspense y con un inicio que atrapa hasta pensar que es la lectura de tu vida...
Lo cierto es que es una historia de secretos de familias, de caserones abandonados que guardan horrendos misterios, de venganzas y chantajes heredados de padres a hijos, guardias civiles, investigadores femeninas... vamos, un relato para conocer las consecuencias que pueden traer las andanzas de remover el pasado y las sorpresas que un incauto como Oliver, tendrá que ir poco a poco asumiendo.
No le voy a restar mérito a la narración, tiene dos líneas o tramas que van y vienen del presente al pasado; las dos suman continuamente incógnitas sin resolver y complican un final que por desgracia se ha descubierto en la página treinta más o menos... Yo creo que es una mezcla de género lo que desarrolla aquí María Oruña, y la falta de giros e imprevistos argumentales nos lleva rápidamente a pasar de un relato entretenido a tedioso y “televisivo”. Me ha recordado la inspectora Valentina al personaje de Huesos de la serie Bones. Con ello quiero deciros que me ha desencantado bastante y que detrás de todo hay “escondido” un gato relacionado con tirones de ventas y otras cuestiones que se escapan a la calidad literaria.
Puedo parecer dura con la critica, pero al final siempre os animo a leerla, peor fue “La isla de Alice” y la terminé; y es que dejar un libro a medias es como no ayudar a un hijo a hacerse mayor, saldrá mejor o peor, pero hay que terminarla y bueno, que lo de escribir es más difícil de lo que parece, que no me ciegue el pesimismo.
Venga, que en el fondo es un libro con tildes históricos y detectivescos, que al final acaba gustando. Suerte.

Si dejas salir todos tus miedos tendrás más espacio para vivir tus sueños”.
El alma siempre sabe que debemos hacer para curarse, el reto es silenciar la fuerza de nuestra mente”.

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