martes, 10 de noviembre de 2015

Iréne, Pierre Lemaitre

Esta novela con nombre de mujer os va a quedar de piedra. Conocí a Pierre Lemaitre cuando leí “Nos vemos allá arriba”; francamente su manera de narrar me atrapó desde la página número uno, de manera que siguiendo las recomendaciones de una apasionada del género, me embarqué en las obras de novela negra-policíaca de este escritor contemporáneo francés, galardonado con el prestigioso Premio Goncourt de las letras.
Si tuviera que venderos “Iréne”, diría que es una novela con un asesino en serie que escenifica cada uno de sus asesinatos evocando crímenes de otras novelas clásicas, de ahí que reciba el sobrenombre del “novelista”. Para resolver estas brutales muertes entra en escena un inspector atípico, el mismo que sin quererlo verá salpicada su vida privada a medida que ordena y se acerca peligrosamente a la resolución del caso.
Con este breve resumen os garantizo tensión, suspense y misterio desde el principio hasta el final. Narrada en tercera persona, dividida en dos partes que a su vez, se presentan en capítulos cortos cargados de acción, para finalizar con un epílogo que cierra la trama brillante de manera poco convencional. Su extensión es diferente y la presentación bajo este formato ayuda a su lectura. Trepidante, ágil y “muy negra”.
Confieso que en algunos momentos el exceso de descripciones de los asesinatos se hacen insufrible; por lo tanto no la recomiendo “a todos los públicos”, su puesta en escena supera a muchas películas, detalles que hacen hincapié en la perfección cuidada del asesino a la hora de ejecutar sus actos.
Argumentalmente está muy bien construida, ahora bien, no hay sorpresas respecto al final ya que se intuye y desinfla un poco lo que podía haber sido un remate de vértigo. He querido reconocer en el argumento dos cauces diferente; por un lado la propia investigación de las muertes y por otro la vida privada del inspector que no queda al margen de los acontecimientos.
El gran potencial de “Iréne” es sin duda la magistral construcción de sus personajes. Camille Verthoeven es el inspector que aparecerá en las novelas de Pierre Lemaitre y que aquí asume la responsabilidad de casar todas las piezas del rompecabezas; para ello se rodea de un equipo de policías con personalidades muy bien definidas y con rasgos muy humanos. Termina el repertorio con personajes de nivel secundario y por supuesto con el asesino en serie que representa un gran homenaje a todos los “malos” del género negro.
Me ha gustado la mezcla de drama y felicidad que van progresando en vías diferentes como trenes que acabarán en una misma estación. A partir de la mitad se intuye que la desgracia, pero no puedo contar más... Imagino que el autor no es amigo de finales felices.
Hay que leerlas en orden, primero “Iréne”, “Alex” y “Vestido de novia”; de no ser así, se romperá la magia de la primera y la segunda. Casi cuatrocientas páginas para disfrutar, tanto que se hace imposible no leer las restantes. Espero que os gusten tanto como a mi.

Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos”.

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