martes, 9 de junio de 2015

El libro de las pruebas, Jhon Banville

Primera novela que leo del escritor irlandés John Bauville: es uno de estos libros algo raros y de gran profundidad psicológica que acabas descubriendo por azar o por recomendaciones de amigos. Especialmente no ha resultado inolvidable, pero dentro de lo diferente, está bien.
Creo que es acertado que os ponga la sinopsis para convenceros de que la leáis.”Frederick Montgomery tiene treinta y ocho años, y está en la cárcel a la espera de que le juzguen por robo y asesinato. Pero este libro de pruebas que no prueba nada, esta confesión dirigida al juez, no pretende conseguir una sentencia más leve, sino indagar en las causas del crimen, desvelar el opaco enigma que Freddie es incluso para sí mismo. Hijo de buena familia, científico brillante durante un breve período de su juventud, se ha pasado los últimos años a la deriva, errando por islas del Mediterráneo nada paradisíacas, entre bares de mala muerte y una bohemia mucho más cerca de la degradación que del arte. Hasta que de regreso a Irlanda a buscar fondos, y en el curso de un robo absurdo, arrastrado más por una oscura fascinación que por la necesidad, secuestra y mata a una joven criada”.
Claro, cuando me decido a leer este tipo de novelas tan especiales, me pregunto, ¿qué se le pasa por la cabeza a un hijo “de buena familia” para hacer esta barbaridad? ¿estamos a salvo de no ser nosotros los que acabemos protagonizando un hecho tan deleznable como este? … Ya se ha reducido mucho nuestra capacidad de sorprendernos, cuando leemos sucesos de esta índole en los periódicos o los escuchamos en los noticiarios, la violencia a todos los niveles se ha normalizado hasta hacerla cotidiana; por eso me ha gustado leer este relato bastante breve que yo diría es una reflexión de los secretos del corazón de Frederick, en cuya confesión deja al descubierto un auténtico estallido como ser humano, de lo que ha sido para él la experiencia de una muerte, de un asesinato, del que se siente único autor.
De esta manera, se convierte en el narrador de los hechos, en una trama de estilo elegante y conciso que “prueba” la calidad literaria de este original autor. Puede resultar algo compleja por la carga psicológica que tiene la narración, por lo mucho que se recrea en el escrutinio mental de individuos capaces de estas atrocidades y porque en el fondo nos lleva a preguntarnos por nuestro yo más profundo.
Son escasamente doscientas cuarenta páginas de gran profundidad moral, escritas como mucho detallismo y a mi gusto le falta ritmo, en bastantes tramos resulta lenta; incluso me he perdido en algunos pasajes porque carecen de credibilidad, especialmente en el origen de los hechos que podría estar mejor explicado. Todo el peso de la novela recae en el único personaje y en su relato confesional.
Poco más puedo deciros, no es una novela al uso, pero es original y se sale de los argumentos simplistas. Algo que me ha gustado son las frases en cursivas que te hacen pensar y reflexionar sobre situaciones que pasan de puntillas por la vida y de las que podemos tomar buena nota para que estas no caigan en el olvido.
Recomendable por si queréis algo diferente.

Es imposible adivinar el final de una historia mientras se está viviendo, carece de contornos y se constituye como una serie de palabras, y datos incipientes y, para ser sinceros, nunca recuperamos toda la información de aquello que fue”.

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