martes, 21 de enero de 2014

Las poseídas, Betina González

Menudo título para empezar el comentario... Es una oportunidad para pensar que la elección del mismo está relacionada con fines comerciales, ya que tras leer la novela, en ningún momento se asiste a pasajes “esquizofrénicos” , de “muñecas diabólicas” o “exorcistas” que relacionen lo narrado con el título; todo se completa con la portada colegial de “avanzada edad” para tales uniformes, puede que un poco desafortunadas ambas decisiones... ahora bien, el tirón de ventas probablemente fuera el objetivo principal.
Confieso que los “uniformes” me ponen... en aviso y despiertan mi curiosidad, me atrajeron esas niñas y me lo he leído en tres días como se suele decir; de manera que paso a comentar mis impresiones acerca del mismo.
La historia se ambienta en un internado femenino de Buenos Aires, en Argentina, dentro de un contexto histórico de la dictadura y la Guerra de las Malvinas, algo que condiciona el perfil del colegio y los comportamientos de las protagonistas. No hace falta decir que tal colegio es religioso...Felisa, llega procedente de Londres con ciertas “paranoias” que la tildan de diferente y dentro de una narración que abarca recuerdos y vivencias, se desarrolla un relato escrito con retazos del pasado y el presente de la adolescente “rara”. Contado en primera persona en boca de Cruz, que así se llama la compañera más cercana a Felisa, adquiere la obra un carácter biográfico con un repertorio de temas relacionados con tan compleja edad: hogares rotos, amores imposibles, estados excéntricos, peligros reales, amistades dudosas, sexualidad... todo ello en un universo o atmósfera nada sorprendente, más bien lo contrario, previsible.
Lenguaje cargado de términos hispanoamericanos, final abierto y sencillez narrativa asegurada.
Creo que la clave de mi decisión para leerla se basa en lo desarrollado que tenemos el sentido del morbo; los comienzos de esta novela te enganchan por puro gusto al desastre: “Me voy a matar” y pensando en el drama lo leí a ver que pasaba. No os cuento el final. Entretiene por lo sencillo, pero a los que nos movemos en estos ambientes les recomiendo otros temas que de estos ya estamos saturados.

El éxito consiste en confiar sólo en ti, no depender de nadie y tener en mente que no hay nada imposible”.

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