miércoles, 4 de septiembre de 2013

Un inquietante amanecer, Mari Jungstedt

Eso de “inquietante” que bien suena... y lo de amanecer no digamos...
Si los amaneceres son para vivir días de bonanzas y alegrías no los vamos a recibir con desagrado, lo malo es cuando lo inquietante se convierte en la crónica anunciada de malos presagios.
Novela catalogada dentro del género de “novela negra nórdica”; me pregunto si los escritores de “allí arriba” estaban congelados y se han acalorados todos a la vez y les ha dado por escribir, o es que no nos llegaba su producción literaria... sea como sea, los últimos años nos han invadido las librerías con autores y literatura de escritores de nombres impronunciables al menos para las que estamos poco puestas en idiomas.
Desde el principio te engancha, me la recomendaron en el trabajo y me apetecía tirarme de cabeza en un libro con todos los ingredientes que no fallan en este género; asesinatos, cadáveres, inspectores, armas antiguas, investigaciones, desapariciones, cuentas pendientes, brutalidad y desenlace que no defrauda.
Mari Jungstedt, presenta una oscura historia de venganza que le obliga a bucear en hechos del pasado para desentrañar las causas del asesinato de un constructor en plenas vacaciones familiares. Al parecer es una tónica habitual de sus obras la presencia de personajes que se repiten en la trama de sus novelas: el comisario Knutas y el periodista Berg, no en vano es la quinta entrega en la que ambos se lo “curran” para llevar a buen puerto una extraña muerte que se remonta al pasado del que nada saben y todo acaban sabiendo.
Suspense psicológico de moda en el mundo escandinavo, de lectura fácil gracias a una narración de gran agilidad, con lenguaje al alcance de todos los lectores, personajes que te atrapan por la evolución que sufren a medida que avanza la trama.
Dos islas sirven de escenario físico, perfectamente descritas te hace sentirte en ellas sin esfuerzo alguno, el ritmo está garantizado por la abundancia de diálogos, las frases cortas y las intervenciones de nuestro “sabio” inspector.
Temporalmente se desarrolla durante el verano y es la típica novela de “verano”, dinámica, entretenida y con un final sorprendente. Confieso que no he leído las cuatro anteriores, pero me ha entrado una gran “inquietud” por hacerlo.

La única diferencia entre un día bueno y uno malo, es la actitud con la que asumes las veinticuatro horas que dura”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario