lunes, 30 de diciembre de 2013

El cielo ha vuelto, Clara Sánchez

El gran misterio de mi vida como lectora es quién falla el Premio Planeta... de verdad que resolvería un enigma mayor que el del paradero del Santo Grial. Con semejante entradilla creo que es evidente la opinión acerca de la novela de Clara Sánchez, no siendo la primera novela que leo de esta autora, si que es la que estoy segura que olvidaré a la primera de cambio... El argumento promete, es magistralmente redactado para enganchar al lector y garantizar las ventas y de este modo rentabilizar el “regalito” monetario que semejante galardón trasnochado lleva consigo. ¿Puede haber sido una novela de encargo?, parece una telenovela escrita para hacer que las seguidoras de culebrones venezolanos apaguen la tele y se gasten veinte euros de color rojo como la portada del libro...
No es entretenido, aunque la narración es por capítulos cortos, cansa el esperar emociones, que ocurra algo, que no sea cierto que ya sabes el final...
La absurdez, lo peliculero, lo forzado de la trama que no parece definida desde el inicio de la historia, hace pensar que la autora improvisa en un afán desmedido por mantener el libro abierto y no encerrarlo en las estanterías “antes de tiempo”.
Relato plano, sin pretensiones literarias, aburrida, personajes que no se perfilan a conciencia porque la solidez de lo narrado es excesivamente frágil, no conectas porque el interés de la obra se desinfla página a página... la lectura perfecta para perder adeptos a esta afición. Me temo que la llevarán a “la tele” en dos días y la seguirán cientos de espectadores, los mismos que se habrán ahorrado los “veinte euritos rojos”... hasta la portada es inapropiada.
Un libro con un final anunciado... mal negocio.
¡No quería ser cruel y me parece que me he pasado!!! y claro, ¿por qué la he terminado?... vete tú a saber!!!. Lo que más me indigna es que siempre son autores de renombre que le hacen sombra a grandes talentos que nunca tendrán oportunidad de salir de su anonimato con “novelitas” que caen del cielo!

“Elige bien lo que nutre tu mente, porque ella alimenta tu vida”.

martes, 24 de diciembre de 2013

Lo que no sabes de mi amor, Delphine Bertholon

La ilustración de esta novela de la autora francesa Delphine Bertholon, no pasa inadvertida a la hora de recorrer la mirada por los escaparates de las librerías; estos personajes femeninos blanquecinos son utilizados habitualmente por la escritora para ilustrar las portadas de sus novelas. Como curiosidad mencionar que es difícil encontrar una relación entre la imagen y el contenido de lo narrado en la misma. Es más bien pasión por estas modelos que ya asocias con la autora por el gusto demostrado hacia ellas.
Novela de familia con un argumento al que no le falta ningún ingrediente de las catalogadas como suspense e intriga. Una madre reúne a sus dos hijos ya adultos para hacerles participe de un secreto guardado durante décadas y que desvelará hechos ocurridos en el pasado y desconocidos para ambos.
Los personajes son de una sencillez que roza lo común, cada uno tiene muy bien delimitado su perfil que nos vienen dados por sus actos e intervenciones a lo largo del relato. Sus vidas son cotidianas, sus experiencias propias de cualquier mortal... así parece hasta que afloran el peso de las sombras del pasado; junto a ellas, el odio, los celos, el amor obsesivo, la desconfianza, los reproches y la locura guardada a lo largo de treinta años, provocarán la necesidad de confesar el misterio que ha marcado dramáticamente la vida de una mujer atormentada, deseosa de descargar culpas y compartir su tragedia.
Resulta difícil entender el relato hasta casi la mitad del libro; la causa es el pulso narrativo a dos bandas de madre e hijo que no acabas de comprender y que en ocasiones te provoca abandonar su lectura de no ser porque existe una desaparición no desvelada hasta el final de la novela.
No es novedoso en cuanto a los rasgos de recurrir a un diario como recurso para sumergirse en la memoria, tampoco lo es el efecto que ya sabemos que causan las sombras de las culpas, ni la urgencia por la redención, ni la necesidad del perdón y comprensión.
La novela invita a la reflexión y a una mirada interior en todos y cada uno de los personajes e incluso la hace extensiva al lector; todos somos poseedores de secretos y gozamos de la potestad de su “uso y disfrute”...
Final previsible, entretenida, de buen ritmo y aunque no es la novela del siglo, tampoco es como para no recomendarla. Animaros a contar algún secretito al oído de alguien de vuestra entera confianza, algo francamente escaso...

El amigo que mejor te guarda un secreto es aquel al que no se lo cuentas”.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Los desorientados, Amin Maalouf

Cuando comencé el comentario de la obra del libanés Amin Maalouf, lo hice con la siguiente frase:”El mundo está lleno de seres que vagamos desorientados, confundidos, cargados de malos entendidos, sin rumbo fijo... que en ocasiones arruinan nuestra propia vida y la de aquellos que nos rodean”.
Puede que con esta reseña inicial la gente se sobre coja de tristeza y de paso reflexione en lo cierto del contenido de la frase. Leí esta novela recomendada por una compañera que me adelantó en la lectura aunque ambas pusimos los ojos sobre ella al mismo tiempo. Corazonadas al margen, la sinopsis es crucial para decidirte por ella, amante de la novela histórica, los hechos que prometían rodearla era motivo suficiente para no arrinconar tan conmovedora narración.
Poco amiga de contar el libro, sólo os digo que no deja indiferente a nadie y que es de una actualidad aplastante. Un grupo de amigos universitarios se reúnen habitualmente para según ellos, buscar alternativas a conflictos interminables con el único fin de hacer un mundo mejor... ya la propuesta es ambiciosa y se convierte en un sueño enmascarado por la cruda realidad que les lleva a desistir de tal hazaña, obligados por los acontecimientos que les rodean y deparándoles inevitablemente al exilio físico, emocional y sentimental; dejando tras ellos su tierra y una vida que nunca recuperarán.
Más de quinientas páginas ha necesitado el escritor para poner sobre las conciencias de los lectores una reflexión acerca del binomio Oriente-Occidente y las consecuencias de los efectos sobre quienes no han elegido su propio destino.
La sencillez y la estructura de la novela facilita enormemente su lectura, los ambientes están bien ubicados pero sin recargamientos para que el lector trabaje su imaginación y aporte los detalles que completen los escenarios donde se desarrollan los hechos. Toda la novela está impregnada de mensajes de paz, de llamamientos a la igualdad, de reflexiones ideológicas, de evidencias de la fuerza de las religiones... los personajes se encargan de trasmitir el valor de la amistad, el dolor del exilio, la huella del desarraigo, de los conflictos de identidad antes de la partida y tras la llegada...
Hablaría de una historia de “regreso”, de intento de cerrar causas pendientes, sanar heridas abiertas, últimas oportunidades, reafirmación de percepciones personales de todos y cada uno de los personajes. Amin llega a convertir la guerra en personaje en medio de fuertes dosis de emotividad, verdades solemnes y defensas de valores universales.
Al terminar el comentario reflexioné y llegué a la conclusión que no hay verdades absolutas, que ésta no es patrimonio exclusivo de nadie; que defender causas no es tarea fácil en la vida, que en ocasiones hay que alejarse mucho para poder alcanzar el acercamiento completo... que es todo esto lo que acaba sumiéndonos en la desorientación más cruel y que la única brújula para señalar la dirección correcta es la concordia que la humanidad no acaba de aceptar.

Más vale equivocarse en la esperanza que acertar en la desesperación”.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El héroe discreto, Mario Vargas LLosa

Ya le ha tocado el turno a la última novela de Mario Vargas Llosa... he tenido que esperar un poco porque mi querida Pilar estaba leyéndola y no quería ser impertinente y adelantarme al comentario de la misma, porque ella es una de mis fieles seguidoras y no está el asunto para perder adeptos a la causa.
El otro día ambas cambiábamos impresiones sobre el libro y de paso sobre el autor; Vargas Llosa es uno de los escritores más leídos de América Latina y yo me inicié en su andadura con una novela de la que guardo un entrañable recuerdo; “La tía Julia y el Escribidor”, en ese momento decidí que seguiría su producción literaria y así lo he hecho, lo que no quiere decir que todo lo que ha escrito haya sido de mi entero agrado; pero esa es otra historia...
La novela cuenta dos vidas paralelas; dos son también los personajes principales que se convierten en la columna vertebral de la trama de la misma; Felícito Yanaqué e Ismael Carrera...en un ambiente de extorsiones, corrupción, amenazas, miedo y chantaje, estos, se tienen que enfrentar lo más dignamente posible a una serie de imprevistos que alteran el curso de sus vidas. La solución elegida por ambos aún siendo de características diferentes, los convierte en “héroes discretos” por la rebeldía que derraman en sus actos y los propósitos de anteponer la justicia y el honor por delante de la cobardía y la debilidad.
Recuperando personajes conocidos de su trayectoria literaria, la novela se va perfilando con todos los ingredientes puros a los que el autor nos tiene acostumbrados. Se podría interpretar una intencionalidad de reconocimiento a la valentía de gente corriente cuyas conductas desafiantes pasan de puntillas en una sociedad donde la mezquindad se ha institucionalizado.
Está bien narrada, fácil de seguir por la alternancia en capítulos de los hechos que rodean a cada protagonista, riqueza de vocabulario en todos los sentidos, mezcla de melodrama y pasajes de humor que hacen del texto un relato entretenido. No es una obra maestra, tal vez no de las mejores, pero responde a las necesidades literarias de los que queremos leer historias cotidianas de gentes corrientes, ambientes conocidos y finales que demuestran que sobrevivir es un acto brillante donde la discreción queda en un merecido segundo plano.

El problema de hacer un favor una vez o asentir continuamente a todo, es que el día que dejas de hacerlo te conviertes en alguien despreciable para quien hasta entonces saca provecho de ti”.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Si escucharas mi corazón, Sara Rattaro

Llamativa y “fashión” portada para una novela social que tuve la oportunidad de leer hace unos meses sin más pretensiones que pasar unos días entretenida frente a un libro que no excediera en número de páginas y que a la vez no me decepcionara.
Temática que gira alrededor del complicado mundo de las relaciones humanas y por si esto no fuera suficiente todo se acrecienta si lo trasladamos al marco familiar. Tres personajes absorben el protagonismo de la historia, pero realmente quien asume el papel principal de la trama es Viola, una mujer que desde el principio no goza con las simpatías del lector pero que la escritora le hace evolucionar en función de los acontecimientos que dan vida a las escasas doscientas veinticuatro páginas del relato.
Una personalidad no tan descabellada en la sociedad actual es la que identificamos en Viola, madre y esposa, se nos presenta como algo díscola e inmadura: Es portadora de un pasado cargado de verdades no contadas y felicidad aparente que conviven pacíficamente con su espíritu y su día a día, todo ello hasta que el cruel destino le enfrenta a una situación límite y se desencadena la necesidad de enfrentarse a sus propios fantasmas para modificar el curso del futuro.
Es casi de manual aceptar que la verdad tarde más o se haga esperar, siempre acaba haciendo acto de presencia. Los dos personajes que completan el trío familiar obligan indirecta pero irremediablemente a la madre, esposa y mujer a desvelar lo que su corazón ha atesorado durante años.
Escribí en mis reseñas cuando la terminé que ese corazón y el de la mayor parte de los mortales, no tiene fronteras y sus actos, los que se hacen desde su epicentro, esos, son imprevisible. Nuestra vida cobra sentido cuando el despreocupado corazón se desboca sin control y responde a la llamada exigente de quienes le necesitan. La protagonista no es una mujer sin corazón y ante el reclamo que mueve la trama, responde y no duda en luchar por lo que tanto se ama en la vida.
Escrita con cambios de ritmos, al principio es algo lenta y a medida que el argumento se endurece parece que a la autora le hubieran entrado prisas por contarlo todo seguido y acelerar así el final. Historia cargada de emociones y sentimientos, alusiones a los valores sociales de la relación de parejas, a la búsqueda de segundas oportunidades, al derecho a ser perdonada por errores que cualquiera podemos cometer... lección para que no seamos excesivamente duros e implacables a la hora de juzgar a los que nos rodean y mucho menos “si son de la familia”. Recomendada para evadirse y entretenerse un par de tardes.

La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy”.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La lista de mis deseos, Grégoire Delacourt

Quién no ha hecho alguna vez una lista de deseos, quién no ha caído en el tópico de desear que la lotería, las de las “perritas” no la de la “salud” llamara a su puerta una navidad, la que menos te esperas; cuantas veces mentalmente hemos repasados esos deseos no cumplidos y añejos de tanto esperar, y hemos soñado que se hicieran realidad algún día... muchas, demasiadas veces y “las que te rondaré morena”.
Puede parecer una novela absurda pero te hace reflexionar sobre el tan traído y llevado mensaje que dice que el dinero no te da la felicidad, pero la segunda parte del mismo es que sin apartarse de dicha verdad, no es menos cierta que “las penas con pan menos penas son”.
Esta historia si que le puede pasar a cualquiera, a mi no me importaría...
Es un relato de una brevedad que es difícil no recomendarla aunque sólo sea para desconectar de otras rutinas. Jocelyne es una discreta mujer que regenta una mercería, de ahí la entrañable portada del libro, a la que le tocan la nada despreciable cifra de dieciocho millones de euros. Ante semejante acontecimiento elabora una lista de deseos y para sorpresa del lector, son todos de una simpleza extraordinaria, lo que ayuda a empatizar con tan peculiar mujer. Más tarde y a medida que se desarrolla la trama veremos como la “fortuna” le depara a nuestra protagonista sorpresas inesperadas que la hacen replantearse todo el sentido de su vida.
Sencilla en su desarrollo, ágil en su lectura, de buen ritmo y con rasgos de autoayuda, está enfocada a un público poco exigente, mayoritariamente femenino y con pretensiones literarias escasas; podría valer para el guión de una película, con una guapa artista que asuma el peso de la narración de la misma manera que lo hace nuestra Jocelyne.
Reflejo de optimismo y con un lenguaje cercano nos ofrece la posibilidad de aceptar que el dinero y el interés acaba sacando en ocasiones lo más vil de la condición humana y que la inseguridad de aquellos que no poseen una autoestima indestructible se siente amenazada ante las ambiciones de quienes le rodean. No es filosófica pero sirve como novela aleccionadora y en su favor hay que decir que su brevedad es acorde con lo que quiere contar, pocas páginas para decir lo suficiente. Derroche de sentimientos contradictorios, melancólica en muchos momentos y sin quererlo aboga por la superación del conformismo como forma de vida autodestructible. Si ella se dio una oportunidad, nosotros también.

El que camina por la vida de puntilla no podrá sostenerse nunca derecho”.

viernes, 4 de octubre de 2013

El tiempo que nos une, Alejandro Palomas

No es la primera vez que me dejo seducir por la portada de un libro sin saber si la historia que relata será lo que busco o por el contrario, será sólo eso, una buena elección fotográfica. Por supuesto al dar la vuelta al libro está nuestra deseada sinopsis que acaba por determinar la apertura del mismo o la búsqueda de otra foto más bonita que acompañe a un buen argumento. Me pareció que cumplía los requisitos y le di una oportunidad a ese par de voladores que se lanzan al cielo en sus respectivos columpios.
Es difícil no contar algo del argumento de esta novela de mujeres, de personajes perfectamente perfilados por un hombre que ha captado la esencia femenina al completo, en lo íntimo y en lo superficial. El papel protagonista se lo otorga a Mencia una anciana de noventa años, matriarca de una familia de mujeres que se convierte en la columna vertebral de un clan marcado por experiencias brutales y desgarradoras en todos y cada uno de sus miembros. Madre, amiga, confidente, abuela, asume inteligentemente a pesar de su edad, el timón de la barca en la que navega su tribu a la deriva, con el objetivo de llevar a todos sus ocupantes a un puerto de serenidad que les haga superar sus dramas individuales bajo el paraguas de su arrolladora e incansable fuerza.
Representa el personaje valiente curtida por la vida, de mal carácter con una fachada de dureza que en ocasiones nos lleva a rechazar sus métodos pero antes los cuales nos rendimos tras sus logros. Todas esas mujeres arrastran penas que les afectan en común por el hecho de pertenecer a la misma familia, de ahí que el autor defienda el relato en función de la necesidad de alegar por la familia como la tabla de salvación por encima de experiencias del pasado y rencores enquistados.
Dividida en capítulos facilita enormemente la lectura, narrado en primera persona, de lenguaje sencillo y plagada de diálogos que le aportan dinamismo a la historia. Aunque prevalece el dolor y la emotividad de las experiencias sufridas por estas mujeres, las notas de humor rebajan el dramatismo de los "palos"  reales que nos pueden haber dado a cualquiera a lo largo de nuestras vidas.
Defiende Alejandro en sus palabras en boca de sus “mujeres” que cada cual elige el como y el cuando superar sus tragedias, la ausencia de fórmulas de libro para ello; que no existe un tiempo ni un límite para recuperarse del dolor por lo perdido y que la debilidad o la fuerza no tiene fecha de caducidad... es cuestión de “tiempo”.
Destacar que toda la novela invita a una reflexión profunda acerca de los valores que nos rodean y que normalmente ignoramos; regala a la familia un papel relevante para enfrentarse a desafíos del alma, del corazón y aboga por el eje común que pueda reforzar los lazos tensados a lo largo de la vida. Para nuestro autor, Mencia es ese eje que deshace los nudos de la madeja familiar; sin duda desde el principio se rechaza el proceder de una mujer con semejantes armas, de ahí que resulte un ejercicio de voluntad el empatizar con ella; pero, una vez que avanza la trama reconoces que en nuestra vida, al menos en la mía, no hubiera estado de más una Mencia que me hubiera dado ese calor incondicional que en el fondo hace de la vida un paseo y no un duroy escabroso camino.

En las adversidades sale a la luz nuestras más grandes virtudes”.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Un inquietante amanecer, Mari Jungstedt

Eso de “inquietante” que bien suena... y lo de amanecer no digamos...
Si los amaneceres son para vivir días de bonanzas y alegrías no los vamos a recibir con desagrado, lo malo es cuando lo inquietante se convierte en la crónica anunciada de malos presagios.
Novela catalogada dentro del género de “novela negra nórdica”; me pregunto si los escritores de “allí arriba” estaban congelados y se han acalorados todos a la vez y les ha dado por escribir, o es que no nos llegaba su producción literaria... sea como sea, los últimos años nos han invadido las librerías con autores y literatura de escritores de nombres impronunciables al menos para las que estamos poco puestas en idiomas.
Desde el principio te engancha, me la recomendaron en el trabajo y me apetecía tirarme de cabeza en un libro con todos los ingredientes que no fallan en este género; asesinatos, cadáveres, inspectores, armas antiguas, investigaciones, desapariciones, cuentas pendientes, brutalidad y desenlace que no defrauda.
Mari Jungstedt, presenta una oscura historia de venganza que le obliga a bucear en hechos del pasado para desentrañar las causas del asesinato de un constructor en plenas vacaciones familiares. Al parecer es una tónica habitual de sus obras la presencia de personajes que se repiten en la trama de sus novelas: el comisario Knutas y el periodista Berg, no en vano es la quinta entrega en la que ambos se lo “curran” para llevar a buen puerto una extraña muerte que se remonta al pasado del que nada saben y todo acaban sabiendo.
Suspense psicológico de moda en el mundo escandinavo, de lectura fácil gracias a una narración de gran agilidad, con lenguaje al alcance de todos los lectores, personajes que te atrapan por la evolución que sufren a medida que avanza la trama.
Dos islas sirven de escenario físico, perfectamente descritas te hace sentirte en ellas sin esfuerzo alguno, el ritmo está garantizado por la abundancia de diálogos, las frases cortas y las intervenciones de nuestro “sabio” inspector.
Temporalmente se desarrolla durante el verano y es la típica novela de “verano”, dinámica, entretenida y con un final sorprendente. Confieso que no he leído las cuatro anteriores, pero me ha entrado una gran “inquietud” por hacerlo.

La única diferencia entre un día bueno y uno malo, es la actitud con la que asumes las veinticuatro horas que dura”.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Memoria de unos ojos pintados, Luis LLach

La novela cuenta la historia de cuatro amigos, dos chicas y dos chicos; estos últimos se van a convertir en los protagonistas de esta maravillosa crónica de una época de nuestra historia. Ambos, Germinal y David , que se crían en La Barceloneta, descubren la vida el uno al lado del otro, descubren también su sexualidad, y su amor, y luchan desesperadamente por estar juntos, a pesar de todo. Siempre en un marco de pobreza, de lucha, de humildad, de ideales, pero luego les atropella la Guerra, y con ella primero descubren el exilio, la miseria, la muerte, el desastre, la lucha, el terror. Sin desearlo son víctimas de la derrota, el odio y al final la locura , el rencor y una venganza que se adhiere a su alma hasta el final de su existencia.
Los hechos se narran cuando Germinal, anciano recuerda su vida contándosela a un director de cine joven que busca un guión para una película. En esos momentos su narración nos sitúa en la Barcelona de 1920, en las vivencias de esos jóvenes, en un repertorio de sentimientos enternecedores y amargos que bailan entre la amistad, el amor, la esperanza, la valentía, la amargura, la ausencia, las despedidas, las renuncias, el miedo y la incertidumbre ante los acontecimientos históricos de los que irremediablemente van a formar parte para el resto de sus vidas.
Es ante todo un relato de supervivientes que en boca del anciano cobran vida, creando un estremecedor pasaje de hechos que dan cuerpo a una dura e impactante realidad de unos años que han mantenido vivo al personaje y que le lleva en la novela a proporcionar un final novelesco cargado de dramatismo.
Desde el inicio el lector se mantiene sobrecogido por el devenir de aquello que está por contar a través del narrador y sin notarlo nos conduce a un desenlace imprevisible y bien recibido, interpretado como una redención del atormentado Germinal y su trayectoria de vida.
Sin ser iguales, al leerlo me recordó a la película “Pájaros de papel” por la coincidencia de marco histórico y por el desgarro emocional de la historia. 

"Un barco se siente a salvo en buen puerto, pero no están hechos para estar atracados sino para navegar".

martes, 20 de agosto de 2013

Tras el arco Iris, Kathleen Long

En la vida puedes hacer dos cosas: quejarte de la lluvia o disfrutar del arco iris.”
Con esa entrañable y demoledora frase comienza la novela que tiene por protagonista a Bernie una joven a la que últimamente nada parece salirle bien. Las experiencias de vida narradas en esta novela están cargadas de sentimientos, de desganos, desafíos y abandonos que acabaran en un remonte excepcional de la protagonista. A veces el destino te impone un vuelco en tu controlada vida; las ausencias y renuncias te llevan a un giro de trescientos sesenta grados en tu orden establecido y sin más remedios acudes a tus recursos emocionales para “resurgir” o “reinventarse” en un último intento por ver la claridad tras la tormenta.
Es una lección de superación, es un testimonio de como en ocasiones se ha de llegar al más absoluto caos para levantarse y salir “como nueva” para continuar hacia adelante.
Todos alguna vez en la vida decimos basta, respiramos... y nos otorgamos la oportunidad de ser “otros”. Toda la narración es enternecedora, cómica, con valores admirables y muy entretenida.
Lo más llamativo del libro son las frases que cierran cada capítulo a modo de enseñanzas que el padre de la protagonista lega a su hija al término de la resolución de cada acertijo.
Vale la pena seleccionarlas y pensar en su contenido. Amena, relajante y sin grandes pretensiones literarias.

“La risa es el cepillo que zarandea las telarañas de un corazón entristecido”.

viernes, 2 de agosto de 2013

Y entonces sucedió algo maravilloso, Sonia Laredo

Y entonces llegó agosto, el mes de “las calores” y sucedió algo maravillo, terminé un libro y elegí otro... y le tocó a esta pequeña novela que encontré de manera accidental y que vino a sustituir a otra que buscaba desesperadamente y que días después encontré.
En algún momento de nuestras vidas nos ha ocurrido “algo maravilloso”, cada cual que piense su momento, yo personalmente tengo más de uno, pero eso me lo reservo que no lo voy a destapar todo de mi vida. Esas temperaturas y mi regreso del viaje de vacaciones me “dejaron caer” en las páginas de este relato enternecedor y que me ayudó a ocupar unos días de lectura tranquilos y sin grandes emociones, pero feliz por haberlo encontrado.
Su autora nos cuenta una historia de libros, editoriales, libreros y editoras que al final giran en una lavadora de situaciones que acaban trayendo al mundo “algo maravilloso”. Cuenta con muchos ingredientes para no despreciar la narración que en todo momento hace Brianda, la protagonista desempleada, fracasada y presa de la desesperación por un futuro incierto tras ser despedida de su trabajo, viéndose obligada a romper con lo establecido y reinventarse al tiempo que emprende una huida repentina hacia lo desconocido. El resume cuenta bastante el contenido del libro, pero al leerlo te sumerge en una paz que te engancha arropada por una mezcla de fantasía y realidad que acaba agradándote sin querer llegar irremediablemente al final.
Se disfruta de la lectura porque el tema principal son los libros y eso a los lectores “les mola”... se diría que es un pequeño homenaje a todas y cada una de las novelas que nombra en el mismo y que dan cuerpo a la historia. Los Hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Mark Twain, Cervantes o Edgar Allan Poe; desfilan a lo largo de las páginas en breves referencias literarias, frases, alusiones a personajes de estos autores, todo con la finalidad de compactar el sentido de la historia.
Perfectamente ambientada en un pueblo imaginario dentro de la Ruta de Peregrinación del Camino de Santiago; castillo medieval, bosques, vieja librería y pueblo de montaña bien descrito ayuda al lector a situar lo narrado. Personajes que transitan ese camino aportan sus historias y junto con las vividas por Brianda acaban en páginas repletas de aventuras, experiencias propias y ajenas que nos son familiares y que podríamos haber vivido en cualquier momento de nuestra vida.
El papel estelar se lo concede la narradora a los libros, ellos le han salvado siempre de los malos momentos, han sido la baliza para no salirse del camino correcto, en ellos confía porque nunca le han fallado...Es una historia en la que además de los libros aparece una galería de personajes que configuran una trama y una subtrama con misterio por resolver incluido.
Me pareció bonito por la actitud que la escritora otorga a Brianda, la valentía y el coraje para enfrentarse al desafío del cambio, algo que tanto nos asusta tras años de quietud y ausencia de incertidumbre. Puede ayudar para salir de dudas ante situaciones imprevistas y de urgente solución y en especial por si no estamos destinados a que nos ocurra “algo maravilloso”.
No llega a encuadrarse en la novela romántica porque existen otros ingredientes que lo evitan intencionadamente... de lenguaje sencillo y directo, estructurada en capítulos con títulos alusivos a lo que narrará la protagonista, garantiza unos días de sosiego delante de lo maravilloso del acto de leer.

Para entender la vida hay que mirar hacia atrás, pero para vivir la vida hay que mirar hacia delante".

miércoles, 31 de julio de 2013

La vida cuando era nuestra, Marian Izaguirre

Lo más emocionante para mi fue sin duda alguna la portada del libro, qué más se puede pedir, unos niños recostados en el escaparate de una librería...”para poner los pelos como escarpias”, es una imagen tan antigua que no recuerdo haberla visto en los últimos años, al menos no de seis en seis.
Evocador título para una novela de gran sencillez y buenas dosis de ternura en un trasfondo al que no le falta drama y añoranza.
Un argumento que gira alrededor del papel que juega la lectura en las vidas de los que la hacen imprescindibles en su existencia. Ligera de personajes, tres en total, resultan suficiente para relatar las experiencias de dos mujeres, Alice y Lola quien junto a su marido Matías van a dar forma a la narración de acontecimientos cargados de recuerdos, amores, miseria, guerra, lujo y continuas alusiones al amor. Ambientada en el Madrid de la posguerra y teniendo como escenario la librería que regentan el matrimonio, hábilmente se teje una historia en la que se entrecruzan vidas muy distintas protagonizadas por mujeres muy diferentes a las que le une su pasión por desentrañar el contenido de una novela; es “una novela dentro de otra novela”.
Cuatrocientas páginas que se leen fácilmente, con tranquilidad sin sobresaltos ni momentos de angustias, repletas de enigmas, secretos inconfesados y continuas alusiones a la vida antes y después de la guerra. Lo más significativo del libro ha sido encontrarme con un relato que se aleja de todo los ingredientes típicos de las novelas de posguerra, se siente, está presente, pero el conflicto por una vez no obtiene el papel protagonista; la amistad, las vidas entrecruzadas y el potencial de los personajes extraordinariamente definidos se convierten junto con los “libros” en el epicentro de la obra.
Destacar que no tiene un público concreto y que podría encuadrarse en las novelas que se convierten en un homenaje a la mujer y a su lucha en la Historia.
Todos en algún momento hemos sentido que nuestras vidas han dejado de ser nuestras porque en el fondo nunca nos pertenecieron. Habrá que poner remedio ahora que estamos a tiempo... para finalizar mis puntos.

El momento elegido por el azar vale siempre más que el elegido por nosotros mismos”.

sábado, 20 de julio de 2013

Brújulas que buscan sonrisas perdidas, A. Espinosa

 
La brújula es un instrumento muy antiguo creado para orientarse y llegar al destino previsto, compuesto por unas agujas que te van marcando “el norte” con la finalidad de no “desorientarte” y lograr con éxito el fin del viaje. Actualmente ya casi no las utilizamos porque estos sistemas de navegación se han sustituídos por otros mucho más complejos y avanzados: GPS, parece ser que estos no localizan “sonrisas perdidas”...
No tengo intención de contar el argumento, prefiero que leáis  la novela, una de las que más he recomendado en los últimos meses por su extraordinario potencial emotivo y porque está diseñada para todos los lectores al margen de sus gustos literarios. Es ese libro que te hace respirar hondo, que te sobrecoge, que pone en marcha la maquinaria de las reflexiones, que te hace bucear en los valores humanos de la sinceridad, la familia, el amor, la esperanza en segundas oportunidades, que te lleva a descubrir la esencia de lo verdaderamente importante de una vida.
En muchas ocasiones ignoramos la señal de nuestra brújula y nos perdemos durante media vida alejándonos del norte que nos devolverá aquello que perdimos y deseamos recuperar. La falta de confianza, la mentira, el engaño se ciernen alrededor nuestra como una enorme tela de araña imposible de deshacer; en la novela los conflictos de una familia han marcado el destino de sus miembros, y sin olvidar las causas que los distanciaron a unos de otros, el protagonista asume la responsabilidad de reunir bajo un mismo techo a todos los que se alejaron un día siguiendo señales de “brújulas” con nortes opuestos e irreconciliables.
Historia de gran belleza, distribuida en capítulos algunos estremecedores tanto por su carga de afecto como por la crueldad narrada, todo entretejido en una trama llena de detalles que tienes que seguir para “no perderte” y lograr alcanzar el final. Para ello el autor colabora ofreciéndonos personajes muy bien perfilados enriquecidos por las vivencias que les acompañan como parte de su bagaje de vida.
Hace unos días una compañera me preguntó por un libro que me hubiera dejado un impacto inolvidable... podría ser uno de ellos, emocionalmente mi elección estuvo acorde con el momento que vivía, no pasará de puntillas en mi repertorio de lecturas que me han hecho emocionarme y sentir que incluso el sufrimiento más cruel tiene al final una grata recompensa.

Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que serlo es la única elección que tienes. Cuando eso sucede, es cuando te conviertes en: INTOCABLE”.

martes, 9 de julio de 2013

La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker

Estaba en la cocina cuando escuché por la televisión el anuncio de la novela de Joël Dicker, atendí como si me fuera la vida en ello todo lo que contaban sobre la promoción de la misma y aunque suelo desconfiar de las que te las venden antes de comprarla, me decidí a leerla porque la verdad, nunca mejor dicho, tenía buena pinta. Mi instinto no me traicionó... no es para dejarla pero tampoco es para “tirar cohetes”. Desde el principio te recuerda a La Trilogía de Millennium de Stieg Larsson y es motivo suficiente para enfrentarte a su lectura con serias dudas de si no “será más de lo mismo”. Igual no, pero muy parecido; si es la primera de este que lees, género de thriller policial, misterio, suspense y otros rasgos propios del estilo de “Los hombres que no amaban a las mujeres”, puede gustar, de lo contrario, cansa porque no dejan de ser 669 páginas y últimamente opto por las novelas breves para no perder en un océano de hojas que me acaban provocando desilusión.
No diría que carece de interés, hay muchos lectores a los que le gusta el entretenimiento que ofrece una historia con una trama muy bien diseñada alrededor de un acontecimiento del pasado que aflora por circunstancias diversas y que ocasiona un relato a “tres tiempos”. No le falta de nada para atraer al lector a la hora de elegirla,luego... la sensación que provoca al terminarla es algo muy distinto.
Novela policíaca, de suspense con muertos que están vivos, desapariciones, detectives, cadáveres, sustos, inocentes que son culpables... no carece de los ingredientes que catalogan estas historias. En su defensa decir que cuenta con una trama basada en la vida de un escritor con el mal de “la página en blanco” y un maestro que le dará motivos para rellenar cientos de folios , todo ello gracias a un episodio de su propio pasado. Presentada en capítulos precedidos por sugerencias o consejos del mentor a su pupilo, de lenguaje claro, ritmo poco codicioso y que abarca desde momentos precipitados hasta una lentitud que te provoca abandonar el libro. Bastantes personajes demasiados perfilados y situaciones en las que parece que la trama se cierra para abrirse nuevamente descaradamente... es posible que esto sea realmente el detalle que salve la novela y la justificación que me hizo terminarla.
Aunque esté feo decirlo me faltó la playa para hacerla perfecta; en el fondo si las pretensiones no son encontrar la novela del siglo, la recomiendo por entretenida y porque en cualquier momento la puedes abandonar sin cargo de conciencia alguno.

Puesto que la realidad había resultado ser una tirana sanguinaria, pedí refugio y asilo a la generosa fantasía”.

miércoles, 3 de julio de 2013

Cosas por las que llorar cien veces, Kou Nakamura

Menudo título en un momento donde lo último que debería hacer es llorar.En realidad nos pasamos llorando buena parte de nuestra vida por cien cosas diferentes y cien veces por la misma cosa... en definitiva que mejor sería reir miles de veces por infinidades de cosas que no empaparnos la cara de lágrimas que nos corren el rimel guarreteando nuestras lindas facciones. Son cosas de la humanidad.
Los japoneses son únicos para esto de las presentaciones literarias y en mi curiosidad desmedida decidí abordar esta novela de Kou Nakamura que sobra decir su nacionalidad porque lo que es seguro es que de Granada no es. Fiel al modelo de literatura del imperio del sol naciente, el autor nos cuenta una historia de amor con grandes dosis de tragedia y tristeza pero endulzada con un tratamiento muy especial que conmueve e invita a reflexionar sobre lo efímero de nuestras vidas.
Dentro del género de novela japonesa contemporánea, se presenta con una especial estructura en cuatro partes argumentales a modo de situaciones diferenciadas que acaban resolviéndose a través del protagonista. Una enorme bofetada emocional de dolor bloquea de la noche a la mañana a Fujii, trastocando su vida y la de la persona a la que ama; en ese momento de giro vital, se replantea todos los valores de vida y los esfuerzos se concentran en hacer frente a un desenlace cruel. Resulta emotiva y entrañable aún con la carga sentimental de tristeza que recorre todo el relato. Es de fácil lectura, escasas doscientas páginas que evitan ser morbosas y para nada un recreo de los aspectos más lamentables del argumento. Los personajes no están perfilados lo suficiente como para sentir desgarro por lo que viven, de ahí que el centro de la trama sea despertar en el lector el interés por la precariedad de nuestra existencia y de todo lo que nos rodea.
La muerte es sin duda el tema principal y nuestra negativa a integrarla en nuestro día a día y sin embargo convivimos a diario con ella. Nunca estamos preparados para el zarpazo de “la pelona”. Leídas estas últimas líneas es imprescindible advertir que no es recomendable para todo tipo de lectores, lo que no quiere decir que detrás de cada frase existe un aprendizaje agudo y de gran utilidad. Por su contenido desaconsejada a los que huyen de estas “historias que le pueden hacer llorar cien veces” y además no son fans ni seguidores de la literatura japonesa. Mejor “reímos mil veces por mil cosas distintas”
En ocasiones la única salida para encontrar esperanza es ir hacia atrás y detener la marcha al frente”.



martes, 7 de mayo de 2013

La felicidad es un té contigo, Mamen Sánchez

Dos palabras me atrajeron como un imán hacia la novela de Mamen Sánchez: Felicidad y Té; ambas representan mucho para mí. Las infusiones o “brebajes” como digo yo familiarmente me apasionan, de hecho las tomo a diario y un té supone un momento exclusivo que roza la intimidad... respecto a la segunda, la felicidad, es algo que estoy empeñada en disfrutar todos los días como si se tratara de una misión imposible...de manera que poco más iba a exigirle al libro que con esa tetera en una ventana rosita y unas flores primaverales con pañito de ganchillo incluído, me silbó discretamente en las estanterías de la librería San Francisco...ahora bien, confieso que el libro electrónico asfixió la intención de comprarlo, lo que no fue impedimento para leerlo.
Me gusta justificar la elección más que contaros el contenido. No buscaba esta versión cómica de una situación tan dramática como es la de perder el sustento o trabajo en unos tiempos como los que corren, pero me vino muy bien descargar de pesimismo semejante cuestión social. Junto con este tema se abordan otros de igual impacto para el ánimo del lector; sentido del humor, el valor de la amistad, el compañerismo, la soledad, el desarraigo, el fracaso matrimonial, la supervivencia, las consecuencias de los contrastes culturales, la valentía...
Se podría considerar una novela de enredos con todos los ingredientes de las telenovelas a las que yo ya he hecho referencia, pero en este caso la intencionalidad de provocar sonrisa, la hace digna para ser leída. Es alegre, ligera, estructurada en capítulos ambientados en tiempos distintos que al final acaban confluyendo, con diálogos divertidos, engancha y casi te adelantas a los finales de situaciones realmente esperpénticas y sobradamente conocidas gracias a los tópicos de nuestro país.
Cinco mujeres españolas están decididas a defender con uñas y dientes el sustento de sus familias ante la llegada de un caballero inglés dueño de la editorial en la que trabajan y al que han de enfrentarse para evitar el inminente cierre de lo que hasta ahora ha sido el centro de sus vidas. Junto a ellos se van sumando una serie de personajes de lo más variopinto que ayudan en la trama dotando a la novela de un aire literario que abarca desde thriller o novela negra, romántica e intriga hasta la comedia...siendo esta última la que más se aproxima al género en el que la encuadraría.
He leído criticas por representar una imágen de una España un poco “cañí” frente a la cultura inglesa representada por Atticus, pero tampoco parece ofensivo que en un marco novelesco con pretensiones de hacernos pasar un buen rato se utilicen estos recursos que al fin y al cabo son nuestros. Cada miembro de la comunidad de la novela gana vida en descripciones muy ocurrentes y agudas, es cierto que reconocemos a personajes “casposos” de otros medios de comunicación y que incluso podemos identificarlos con personas que nos rodean, que queremos y admiramos más allá de sus defectos y de todo lo que rechacemos o aceptemos de ellos y de nosotros mismos. Todos en algún momento sufrimos adversidades, peripecias, incidentes no deseados, fracasos y éxitos que asumimos con honestidad como parte de nuestra existencia.
Me mantuvo entretenida y alegre lo poco que me duró, la agilidad con la que se puede leer es motivo suficiente para recomendarla, a veces lo deseado es evadirte en una lectura a la que tampoco le exiges que te salve la vida.
Dos ciudades alcanzan protagonismo en la novela; Madrid y Granada, descritas e identificadas por los lectores en sus páginas, en sus colores, en la música y en las costumbres que contagiaran irremediablemente al “señorito inglés”
Para cualquiera que decida leerlo le digo de antemano que se garantiza un buen rato de la mano de personajes que de arañar en ellos demostrarían más de lo que a simple vista pueden representar y que ayudan a vislumbrar una nota de color en tiempos muy ensombrecidos.
Entra por el ojo, se degusta con el paladar de sus palabras y se mantiene como una elección sencilla y resultados muy agradables. Te alegras de “Haber tomado un té conmigo”

La vida tiene muchas opciones, no tienes que escoger siempre la que parece mejor, sino la que te haga feliz”.

lunes, 15 de abril de 2013

La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero

Como si de una tabla de salvación se tratara, la autora de la novela se aferra a la lectura del diario de Madame Curie como bálsamo para superar la pérdida de su esposo. Desde que se inicia la novela descubres el paralelismo entre la experiencia del duelo personal al que deben enfrentarse dos mujeres tras la marcha de su compañero.
Curiosa y potente novela que alterna pasajes de la vida de la científica y la escritora. Es la manifestación del duelo al que todos hacemos irremediablemente frente, eligiendo las opciones que la vida te ofrece. El hilo conductor es el contenido del diario de Madame Curie y la valiente manera de seguir con la obra de su marido e hija hasta la consecución del Premio Nobel.
La mujer queda en un lugar privilegiado gracias a la figura de la protagonista. Desnuda en sus reflexiones Marie Curie ayuda a desnudarse y compartir lo más íntimo del dolor de Rosa, ofreciendo la posibilidad de vernos identificadas en muchas de las vivencias que ambas mujeres sufren ante el cruel destino de la soledad que ocasiona aquel que se marcha sin despedirse.
Es un relato conmovedor, emocionante, sensible, profundamente sentimental, desgarrador y realista. Pero a la vez es un canto a la vida y un ejemplo de superación del dolor, enseñándonos que tras la oscuridad siempre está la luz.
No quedará indiferente a nadie, especialmente porque no es el libro que se recrea en la pena y la amargura sino que hace un tratamiento especial del “duelo” y que puede ayudar a quien desconoce como salir de tan oscuro túnel.
Enhorabuena por tan extraordinaria oda al amor.

"Aprende a escuchar la melodía de tu cuerpo y el concierto de tu mente y bailarás con la sinfonía de tu alma".

sábado, 6 de abril de 2013

La casa del silencio, Blanca Busquet

Durante un tiempo me dejé atrapar por títulos que me parecían tranquilizadores, en busca de historias bien contadas y con las que disfrutar mientras hubiera páginas a mi disposición. La casa del silencio se ajustaba a mis pretensiones y puedo decir que no me decepcionó; por eso es justo dedicarle una reseña para animaros a elegirla en un momento en el que coincidáis con ese estado de ánimo en el que yo estuve hace ya algunos meses.
Nos encontramos ante una narración que sigue el simil de una orquesta. Una galería de personajes van entrando en escena alrededor de una trama que gira en torno a un personaje extraordinariamente original, un violín, más especificamente un Stainer del siglo XVIII, una auténtica obra de arte para cualquier músico, valorado y codiciado como una joya insustituible por la que morir si así lo requiere el “guión”.
El relato se desarrolla indistintamente entre la actualidad y un pasado reciente que se ubica en los años sesenta; para completar la situación dos escenarios únicos, Barcelona y Berlín y de fondo un recorrido por la Historia de la Música de la mano del resto de los músicos y “actores” que en un momento determinado forman parte del devenir del venerado violín.
Narrada elegantemente, con alternancia de momentos de serenidad y agresividad que otorgan dinamismo a la trama. Estructurada en dos partes y a su vez en capítulos, con la fluidez de un concierto y la sabiduría de entrelazar a los diferentes protagonistas en una intriga que se cierne siempre entorno al Stainer.
Poco más puedo decir de la obra; utiliza el recurso del recuerdo para fortalecer el argumento; recurre al amor, a la soledad, a las descripciones interiores, a las venganzas y desamores.
Destaca la brevedad de la novela, poco más de doscientas cincuenta páginas que sin sobresaltos te hacen disfrutar “en silencio” de un rato de lectura en tu “casa”. Recomendada para descansar de obras que nos sobrecogen y angustian y para cambiar de vez en cuando de registro que en la vida hay que probar de todo.

Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de tristes nostálgicos y soñadores”.

sábado, 2 de marzo de 2013

El maestro del prado, Javier Sierra

La elección de la obra de Javier Sierra no fue tanto por el autor sino por lo sugerente del título, dos palabras despertaron en mi la inquietud y el deseo por leerlo: ”Maestro” y “Prado”, quedaba claro que se refería al Museo o Pinacoteca más extraordinaria del mundo. Al inicio del comentario he adquirido la costumbre de justificar las razones que me impulsan hacia ciertas novelas que en el fondo me hacen desconfiar de la calidad literaria de las mismas... pero hay que dar una oportunidad por si me equivoco.
Tengo que decir que mi entusiasmo se desinfló poco a poco a medida que iba avanzando en la novela y es que tal y como me temía, Javier recurre al tema trillado de las sectas religiosas que resulta un tanto cansino y más cuando en tiempos no muy remotos la literatura acabó saturada de templarios, masones, profecías, herejes, inquisición, conspiraciones y visionarios que tras leer un libro de este género, nada nuevo te aportaban los siguientes.
En la línea del autor y a lo largo de trescientas páginas, dos personajes, maestro y aprendiz, recorren las principales salas del Museo del Prado para desentrañar todos y cada uno de los cuadros mencionados en la novela. Para aquellos que tenemos muchos conocimientos de arte, la familiaridad de las obras que se mencionan así como los autores de las mismas, resulta entretenido y hasta puede valer de repaso académico; por el contrario a los que mirar un cuadro o ir de museos sea solamente una actividad cultural atractiva, el libro acaba produciendo agobio y cansancio por la abrumadora cantidad de datos, fechas y detalles difícil de asimilar y resumir...
En el fondo no he acabado de encontrar la trama y mucho menos el desenlace, es demasiado sencillo en su planteamiento; un aprendiz de la mano de un maestro imaginario se detiene en los pintores renacentistas y tras observar el cuadro elegido, estos adquieren la condición de protagonistas al igual que sus autores y la historia representada, la misma que encierra secretos indescifrables y de contenidos misterios y proféticos.
Narrada de manera sencilla en primera persona, aporta conocimientos de arte, pintores, personajes históricos y anécdotas de esa época de fácil comprensión si el propósito no es quedarse con todos los datos relatados por el autor.
Puede que Javier nos haya querido presentar una novela no sólo para darnos lecciones de arte, sino para conocer que aquellos hombres del Renacimiento ocultaron una visión de la vida alejada de los dogmas religiosos establecidos, a los que irremediablemente tuvieron que someterse y obedecer.
Aún así, puede ser del agrado de los que gusten de este tipo de novelas, pero aviso que el final me acaba pareciendo tan absurdo como el principio, aunque no me importaría pasear por El Prado y que un “Maestro” me guiara por sus salas con tal despliegue de sabiduría como el que accidentalmente encuentra nuestro narrador...”No caerá esa suerte”

El mejor maestro de la vida es el tiempo, incluso sin hacerle preguntas te contesta sabiamente gracias a las experiencias que asumes en su transcurrir”.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Testigo invisible, Carmen Posadas

Me atrajo enormemente la portada del libro, la cara de un niño que asoma su mirada escondido con ojos de temor y la recargada decoración de la puerta que impide ver la totalidad del rostro ya me provocó curiosidad suficiente como para leer la sinopsis y decidir si mi primera impresión era acertada o por el contrario era eso, una curiosa portada.
Rusia!!!, estaba todo dicho, un relato de Historia, un momento histórico impactante la decadencia del gigante imperial ruso y los momentos previos al estallido de su revolución... como yo digo “no era negociable”, había que leerlo con el entusiasmo que las novelas históricas despiertan en mí y más en el elegido y atrayente tema de la familia Romanov sobre la que tanto se ha escrito y especulado.
No quiero desvelar la trama de la novela, pero algo debo contar para que no se os ocurra despreciarla. Quince años tiene el protagonista de la novela en el momento en el que se convierte en “testigo invisible” de uno de los acontecimientos más impactante del final de la Rusia de los emperadores. En la actualidad cuenta con algo más de noventa años y decide en un viaje al pasado confeccionar un relato de aquella experiencia que ha marcado su vida, sus recuerdos y el peso de aquel secreto que le ha acompañado toda su existencia.
Etiquetada de novela histórica la autora nos presenta un desfile de personajes de lo más varipinto que abarca desde la realeza rusa hasta el personal a su servicio, sin olvidar protagonistas de la vida política de estos momentos, tanto del lado de los bolcheviques como de los que tuvieron alguna implicación en el devenir de la llegada de la Revolución Rusa.
El relato se detiene en la figura de Rasputín y el papel que desempeñó en palacio y en el entorno de los Romanov.
A mi juicio bien documentada, no hay que considerarla una tesina sobre el tema, es una narración entre la realidad y la ficción perfectamente engarzada, apasionante, con emociones aseguradas y tensión literaria que no disminuye al avanzar la misma. La carga recae sobre Leonid, al que reconocemos una vida fascinante, única y tremendamente interesante.
La clave de la novela es un principio de “arpón” y un final esperado, que no decepciona lo que la hace un relato apasionante. Mezcla del pasado y el presente se recrea en los hechos históricos sin despreciar los humanos.
Gracias a la autora nos encontramos ante un edificio perfectamente levantado por un arquitecto (Leonid) en base a los pilares de su recuerdo y con las grúas de la reflexión de lo narrado siempre en primera persona, con elegancia, suspense, notas aleccionadoras y sin perder la intencionalidad de entretener al lector.
Las opiniones que he compartido con quienes la han leído coinciden con mi visión de la misma y la hace recomendable para todo tipo de lector y en especial para los seguidores de la Historia del “gigante de pies de barro” que algunos historiadores llamaron a la gran Rusia Imperial. Espero que no pase “invisible” delante de vuestros ojos.

No hay en el mundo nada tan apasionante como estudiar a las personas, sobre todo cuando creen que nadie las está observando, y ser algo así como un testigo invisible”.