domingo, 4 de noviembre de 2012

Un ángel impuro, Henning Mankell

Antes de aparecer el autor de “Los hombres que no amaban a las mujeres”, ya escribía Mankell y nos entretenía con su novelas policíacas y suspense con saga de detectives que protagonizaban la narración y acababan resolviendo los misterios más truculentos y crímenes más despiadados. Confieso que alguna que otra obra ha caído en mis manos y reconozco que me han gustado lo suficiente como para repetir.
Cuando contemplé la portada casi me imaginé el contenido del libro y aunque no es exactamente la crónica de su argumento, algo tiene que ver. A mi gusto un poco desafortunada la elección, pero sobre gustos no hay nada escrito.
Apartándose del género al que nos tiene acostumbrados, el autor de “El Chino”, cuenta una historia sobre África y para ello utiliza la figura de Hanna una emigrante sueca que en los inicios del siglo XX convierte su vida en un periplo de aventuras que la harán crecer como persona a medida que avanzamos en la trama. No está sola en el reparto de personajes, todos muy bien precisado y encarnando todo tipo de cualidades y defectos de la humanidad. Trescientas cuarenta páginas que parten del tan recurrente argumento de los hallazgos de testimonios escritos dejados por autores que en algún momento tuvieron la necesidad de poner “negro sobre blanco” aquellas experiencias que marcaron una vida entera.
Despliegue de conocimientos geográficos e históricos marcan la narración en la cual aparecen temas criticados duramente por el escritor como son aquellos relacionados con el Imperialismo, la superioridad blanca, las injusticias, los daños culturales y los efectos sobre las culturas víctimas de la opresión y explotación por parte de los colonizadores, ayudando a tejer un sencillo e intenso relato biográfico de un personaje (Hanna) que al parecer existió en Suecia y del que nunca se volvió a saber nada.
Temática potente, desgarradora y sin adornos. No es una historia de esclavos, es una novela forjada gracias a sus personajes y a la lección de coraje y valentía en la selva de la hostilidad que provocó el enfrentamiento entre dos mundos (colonizadores y colonizados).
Para los que no han leído nada de Mankell les resultará entretenida, aunque al leerla recuerda otras de argumento similares,de autores conocidos, por lo que la originalidad se la atribuyo al sorprendente y esperado final.Por Dios que será de nosotros si los ángeles pierden su pureza...

La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados”.

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