domingo, 24 de junio de 2012

La nieta del señor Linh, Philippe Claudel

Estábamos recogiendo las últimas cosas que nos solemos llevar del “curro” el día del claustro final, cuando recorrí el pasillo de la biblioteca de mi centro para repasar sin prisas las estanterías y elegir algunas obras para tener reservas de cara al tiempo libre que el “veranito” tiene a bien concedernos, tras un curso que llegó a su fin “victoriosamente”. En ese momento topé con algunas novelas de literatura acerca de la cultura china y sin dudarlo elegí varias y entre ellas se encontraba esta sencilla y brutal novela que instintivamente se vino conmigo sin dudarlo pero tampoco sin motivo especial para ello.
Solamente 125 páginas le dedica su autor a la narración de un viaje que el anciano señor Linh realiza en una huida desesperada por los devastadores efectos de una guerra que ha acabado con todos los miembros de su familia a excepción de su nieta que le acompaña en este dramático periplo. El lector se enfrenta a una trama con un principio impactante y un desenlace inesperado, lo hace gracias a la sencillez del lenguaje empleado y descubre en cada páginas un repertorio de valores asociados al objetivo de un abuelo rodeado de barreras y límites insalvables y convierte su coraje en una lección de supervivencia...
Es posible que la grandeza de la novela no se capte al principio y pueda parecer una narración dolorosa, de soledades, miedos y retos en un mundo hostil; pero cuando se finaliza, se comprende la verdadera esencia de la misma. La clave está en las últimas páginas y no se puede desvelar, solamente recomendar que en la lectura se esté muy atento a las pistas que el autor deja a lo largo de cada frase.
Conmovedora, aleccionadora, especial y por supuesto inolvidable.

La mitad de la belleza depende del paisaje, y otra mitad del hombre que lo mira”.