jueves, 25 de febrero de 2010

El último judío, Noah Gordon


Desde que inicié la andadura de mi blog de lectura, miro hacia atrás y recuerdo la cantidad de libros leídos que me gustaría haber comentado de haberlo creado muchos años antes. Cuando el tiempo libre me lo permite, vuelvo a releer novelas que me dejaron un grato recuerdo y que a menudo recomiendo a la gente que me rodea. Pero son pocas las ocasiones y esa tarea soy consciente de que nunca la voy a poder tener al día. Es por ello, que he decidido abordar aquellas lecturas de una manera breve y a modo de recomendaciones que podréis ampliar visitando otros blogs en los que seguro encontraréis reseñas muy de vuestro agrado.
De momento las iré nombrado y contando su sinopsis, sin en alguna ocasión puedo haceros participe de las impresiones que me causaron, no dudéis que así lo haré.
“La trama de esta novela toma como punto de partida la expulsión de los judíos en la España del siglo XV y como protagonista al joven Yonah Toledano. Cuando Yonah es separado de los únicos miembros de su familia que quedan con vida, se ve forzado a abandonar su hogar natal en búsqueda de un nuevo lugar en el que poder establecerse sin tener que renunciar a sus creencias. Así, inicia un largo periodo durante el cual deberá recurrir a su ingenio para poder salvaguardar su secreto. Los cambios continuos de identidad y oficio irán forjando su personalidad, y las dificultades no harán sino reafirmar sus orígenes. Desde sus días de pobreza y soledad hasta sus últimos años como reputado médico, seguimos la vida de un personaje extraordinario y de un no menos interesante periodo histórico, en el que las traiciones e intrigas estaban a la orden del día”.
Elegir a Noah Gordon es una apuesta segura. Una vez más en la línea de narraciones históricas, aborda el acontecimiento tan nefasto y vergonzoso que supuso la expulsión de los judíos sefardíes durante el reinado de los Reyes Católicos. Para ello, ha construido el personaje de Yonah el “Toledano”, quien a través de sus avatares y desventuras irá recreando unos hechos que marcaron la Historia de España.
Personaje entrañable que encarna la lucha por la supervivencia, trasmitiendo en todo momento cada uno de los sentimientos que van formando su personalidad; la soledad, el dolor, la impotencia, la lucha incansable… y lo hace con la grandeza de escritura de este escritor americano autor de “El Médico” y la saga de los Cole.
Excelente documentación, ritmo bueno y constante que no decae a lo largo de toda la narración, lenguaje fácil y asequible, es sin duda una mezcla perfecta de historia y escritura.
Recuerdo que me encantó la forma de narrar y recrear hechos tan oscuros como los descritos, es una opción acertada de aprender disfrutando. Aunque no es la primera vez que leo a este genio de los bestseller, no sabría decir con cuál de sus novelas quedarme, es literatura histórica y de evasión, apta para todos los públicos y sin duda libros que no decepcionan. Os gustará.
“Quien no quiere pensar es un fanático, quien no puedo pensar es un idiota y quien no osa pensar es un cobarde”.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La isla bajo el mar, Isabel Allende

Con solo mirar la portada se hace uno a la idea del tema principal de la novela de Isabel Allende. Una esclava de Haití, de nombre muy indígena, Zarité, nos narra a lo largo de cuarenta años su vida y sus desventuras marcadas por la condición de esclava con la que nació y de la que no pudo desprenderse en toda su existencia.
De las islas bajo los océanos nacen los “atolones coralinos”, por lo tanto no es descabellado pensar que hay islas bajo las profundidades de las aguas y me imagino lo bien que se tiene que reposar en una “isla bajo el mar”
Poesía aparte... enfrentarse a una novela de Allende es saber de antemano que las historias de familia están garantizadas; por si fuera poco la ambientación está recreada en el Caribe, en la Isla de Santo Domingo y en Louisiana, con una temática que describe el desgarrador drama que asoló a la población africana de la esclavitud durante los siglos XVIII y XIX llevándolos a distintas partes del continente americano como mano de obra esclava, privados de libertad y condenados a la miseria y la explotación.
Es toda una historia de lucha de mujeres, de generaciones herederas de la única herencia de la que no podían desprenderse. Aunque la rudeza del relato es evidente no lo es menos el repertorio de sentimientos y ternura que suavizan la realidad de todos los que tienen un hueco en el relato. Muchos son los personajes que aparecen en “la isla”, todos determinados por sus destinos; prostitutas, hechiceras, criadas, amas, cocineras... todas, fortalecen el deseo de la autora de retratar una sociedad donde destaca el irremediable binomio hombre blanco libre, frente al hombre negro esclavo; la superioridad blanca frente a la sumisión y opresión del esclavo.
Narrada en primera y tercera persona, dividida en capítulos, es atractiva en su conjunto y se detiene en un interés extremado por hacernos llegar la nobleza de todos los personajes en especial el de Zarité, gracias por supuesto a la costumbre de la autora de describir detalladamente a los mismos. Tras leerla se desentraña un tema obsesivo en la esclava; la libertad, la lucha por un mundo mejor, el deseo de escapar...
Recuerdo que comencé a leerla durante la espera de uno de los seres más importante de mi vida; mi nieta Silvia. La situación personal y de salud para no variar era como para escapar a una isla bajo el mar; por el contrario decidí bucear y sacara la cabeza a la superficie para no ahogarme y ser testigo de ese gran acontecimiento. Yo me encontraba en la sala de espera mientras mi nieta aparecía en un monitor dentro del vientre de su madre. Me dio tiempo acabarlo y en la primera hoja del libro escribí la siguiente dedicatoria:”Hoy he terminado esta novela, el final es desgarrador pero a la vez de fuerza y vitalidad ...habla de la vida y de la muerte, pero curiosamente también de nacimientos. Al igual que en la novela, aquí y ahora somos tres las protagonistas que emprendemos una “historia de mujeres”... no la veo, ni la escucho, pero ya es parte de mi vida y espero que yo lo sea de la suya. Te espero mi niña”
Lo dicho, que lo mío es una espera continua, se ha convertido en una fea y obligada costumbre el esperar a mis nietos; pero la esperanza es lo último que se pierde, bueno todo gracias a la paciencia que de no ser por ella hace mucho que me había ido a pasar el tiempo a una “isla bajo el mar”.
Os gustará.

La crueldad, como cualquier otro vicio, no requiere ningún motivo para ser practicada... apenas una oportunidad”.

jueves, 11 de febrero de 2010

Brooklyn Follies, Paul Auster

Hace ya algunos años que Paul Auster llegó a mi vida... no me digáis que no suena bien. Desconocía las obras de este autor y la persona que me habló entusiasmada por su obra se llama “Señorita Paquita”; ella me comentó un día que sus hijas eran seguidoras apasionadas de todo lo que escribía este señor y yo, lo reconozco no había oído mucho acerca de su producción literaria, de manera que siguiendo los consejos de una gran amiga que conoce de sobra mi afición por la lectura, “me tiré de cabeza” a la piscina y sin pensarlo dos veces comencé a leer al “Señor Auster”, que no, “Aute”..., ese es un cantante de la época de mi marido.
Sin duda acerté con la primera de sus novelas, creo que en total habré leído unas ocho, pero no sé si por ser la que inauguró el ciclo o porque en las restantes empaticé menos con el contenido de lo narrado, el caso que “Brooklyn Follies” es sin duda la que más me ha gustado, sin despreciar por supuesto las restantes...
Siempre he dicho que las elecciones de mis lecturas están íntimamente ligadas a mis situaciones personales y la verdad que la novela me vino como “volador sin palo” que dicen en las telenovelas, es decir muy acorde con mis necesidades emocionales. Una vez leída la sinopsis dije, es para mí, justo lo que puede hacerme reflexionar sobre lo que estoy viviendo y aprender que en el mundo el rosa es sólo un color que les ponen a las niñas al nacer. Siguiendo mis costumbre de no poner resumen de la historia, prefiero decir que lo que encontré en ella fue un canto a la vida, un esfuerzo por reconocer la felicidad en las cosas cotidianas, grandes dosis de optimismo, soluciones a problemas irresolubles, muestrario de segundas oportunidades, sentido del humor para contar dramas que le podrían pasar a cualquiera de nosotros y muchas, muchas lecciones de amistad.
Todo ello en un ambiente urbano como es el barrio de Brooklyn, una cronología determinada con referencias a momentos muy actuales , personajes secundarios que acaban ganando tanto espacio como Nathan el protagonista y narrador cuyas experiencias de vida son dignas de “curriculum cum laude”. En su intento por escribir un libro va narrando el pasado y el presente de su vida y de aquellos que le rodean, estrechando con todos y cada uno de los “actores” lazos inquebrantables. Esa narración cargada de ternura fomenta la esperanza en las cosas buenas que nos pueden pasar y en el cambio de suerte no planeado.
Carácter casi autobiográfico del personaje no del autor, manual de las relaciones humanas, realista, engancha desde el principio, de lectura ágil y entretenida; uno reflexiona igualmente si toda la intencionalidad de Paul no parece demasiado bonita para ser verdad. Según aparece en la contraportada del libro nuestro Auster admite que es un intento por retratar la ciudad, por testimoniar que contar historias que nos suceden a los mortales nos acaba uniendo y que estas son el muro que nos une y nos aísla del dolor.
Por supuesto yo salí más optimista de lo que habitualmente soy en lo referente a la salud, me aferré a la esperanza porque es gratis y recorrí la autopista de mi futuro sin pagar peaje y hoy gracias a “ese montaje emocional”,gozo de una felicidad por la que casi no he tenido que rendir cuentas.
No quiero terminar sin ser más realista y reconocer que la felicidad es limitada, que no creo en la dicha absoluta, que la vida es una enorme extensión dividida en parcelas, algunas con altas alambradas y yo no estoy para dar saltos, mejor espero a que el tiempo las oxide y se caigan de vieja; pero vosotros... pasar un rato perdido en la “locura humana” por recomendación de “Señorita Paquita” y “SitaPi”

Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, tener esperanzas imprescindible; pero aprovechar el momento adecuado es la clave de toda una vida”.

sábado, 6 de febrero de 2010

Las horas del alma, Ana Cabrera Vivanco

Lo más original del libro son las frases que fui recogiendo a medida que avanzaba en su lectura. Todas están reposando el sueño de los justos en mi libreta de “recuerdos” de todo lo que vale la pena recordar. Cuando lo compré andaba suscrita al Círculo de lectores, me gustaba la rutina de mirar la revista y elegir un par de libros para un ratito de ocio, ya creo que no existe eso de ir por las casas llevando y recogiendo los pedidos, al menos he de confesar que ahora los libros los llevo todos juntos y en un único estuche. Son cosas de la modernidad: “renovarse o arruinarse”.
Aunque la portada es muy exótica y bella, el contenido nos narra la historia de una saga familiar a lo largo de cien años en la isla de Cuba. Varias generaciones que nacen de un árbol genealógico tras la unión de los Falcón y los Monteagudo. Cierto que el argumento es poco original y que la sinopsis ya nos evoca "Cien años de soledad" y "La casa de los espíritus"; incluso se le pueden relacionar personajes de estas novelas con los que aparecen en la obra de Ana Cabrera.
Quienes conozcan este modelo de narrativa sabrán que se enfrentan a un rosario de personajes que en ocasiones te obligan a tener una “chuleta” para no acabar en un profundo lío de participantes en desavenencias, amores, odios, enfrentamientos, pasiones y lo que es más importante no matar al que sin duda vive hasta el final del libro. La narradora, es la protagonista que en primera persona nos relata un sin fin de acontecimientos familiares, sociales y políticos de su familia y de su país, Cuba. Para los que estén interesados en una visión general de la vida del último siglo de la isla, está bastante aproximado.
El recuerdo a esas grandes obras de “historias de familias” de la literatura latinoamericana no es motivo suficiente para despreciar la obra de esta autora hasta ahora desconocida para mi; el libro engancha, es entretenido, profundiza en el alma de los personajes cargándoles de fuerza y garra. Su carga dramática marca el hilo conductor de la novela y los conflictos de cada miembro de este complejo cuadro "humano" resultan familiares, como atemporales, es decir contemporáneos...
Perfectamente hilvanada la historia y el contexto histórico, le falta un final emocionante porque se intuye por propia lógica. Su título tiene un momento de justificación en la novela explicado al hacer referencia a que es el ”reloj de la abuela Pelagia”  el que marca las horas del “alma”.
Me gustaría terminar recomendando su lectura con expectativas de pasar un rato leyendo curiosidades, descubriendo personajes de gran realismo mágico, disfrutando de una historia bien contada a lo largo de un paseo histórico por la isla de Cuba y con la tranquilidad de que se le otorgará a la novela una oportunidad y no se le condenará por los referentes anteriormente citados. Os gustará. Para terminar escribiré unas frases de las muchas que me atraparon en su lectura y ni que decir tiene que mi estado emocional me pedía en vena un “novelita familiar”.

La vida no te muerde por nada, siempre hay un motivo que tú desconoces”.
Un olor determinado se aferra a tu memoria más que el rostro añorado de tus seres queridos”.
Las fotos son rectángulos de vida que sabiamente y en el momento oportuno le arrebatamos a la muerte”.
(Dedicada a mi amiga Nela)

lunes, 1 de febrero de 2010

La Tierra sin mal, Jesús Sánchez Adalid


Desde que inicié la andadura de mi blog de lectura, miro hacia atrás y recuerdo la cantidad de libros leídos que me gustaría haber comentado de haberlo creado muchos años antes. Cuando el tiempo libre me lo permite, vuelvo a releer novelas que me dejaron un grato recuerdo y que a menudo recomiendo a la gente que me rodea. Pero son pocas las ocasiones y esa tarea soy consciente de que nunca la voy a poder tener al día. Es por ello, que he decidido abordar aquellas lecturas de una manera breve y a modo de recomendaciones que podréis ampliar visitando otros blogs en los que seguro encontraréis reseñas muy de vuestro agrado.
De momento las iré nombrado y contando su sinopsis, sin en algún ocasión puedo haceros participe de las impresiones que me causaron, no dudéis que así lo haré.
“La Tierra sin Mal narra las aventuras de dos hombres totalmente opuestos: Tomás Llera, un hidalgo extremeño que parte a las Indias en busca de fortuna, y Enrique Madrigal, un misionero utópico que viaja para participar en las reducciones jesuíticas de Paraguay. Es la historia de dos ilusiones enfrentadas, de dos ambiciones distintas: Llera sintetiza el afán desmedido de riquezas y poder en unas Indias muy prometedoras; Enrique confía en un mundo futuro armónico donde los hombres vivan felices, ajenos al egoísmo y el mal. Desde la Sevilla de los marineros y los truhanes  de las cofradías de Semana Santa y las imágenes del Barroco, pasando por el Madrid de los Austria, la Salamanca universitaria, la Castilla eterna y sobria, y los concurridos puertos Canarios, el itinerario de ambos protagonistas se adentra en el Atlántico de los grandes viajes de ultramar, con escalas en Bahía, Río de Janeiro y Sâo Paulo hasta alcanzar el Paraguay selvático. Allí, la historia discurre por los agrestes parajes del Guairá, la ciudad colonial de Asunción y las misiones jesuíticas en las que los indios guaraníes buscan refugio de los bandeirantes, traficantes de esclavos portugueses que no desean perder su poder”.
Jesús Sánchez Adalid, narra la historia de estos dos hombres tan diferentes en la nada despreciable aventura de la colonización y conquista de los territorios americanos durante el siglo XVII. Sin duda es una visión muy particular de las consecuencias del descubrimiento de América, no en vano es sacerdote, de ahí que le pueda faltar objetividad a un hecho tan trascendental como este.
Novela histórica bien documentada que aborda el mito guaraní sobre la existencia del más allá como algo físico tanto en el tiempo como en el espacio.
Las dos historias se desarrollan en paralelo confluyendo en un final algo frío e incomprensible, llegando a convertirse en un relato único.
Para animaros a su lectura, os diré que está bien escrita, que sigue el estilo de este escritor que ya conocimos en el “Mozárabe”, las dos tramas cuentan con buenas dosis de aventura y la  recreación de escenarios y lugares te permiten vivir la experiencia de ambos personajes. Ahora bien, en algunos tramos de la novela el ritmo se afloja hasta llegar al peligroso aburrimiento, dando la sensación de que podía haber acortado las más de quinientas páginas a las que a mi parecer le hubieran venido muy bien un poquito más de acción y algo de misterio.
Sin duda muy recomendable para los amantes de la novela histórica y de la historias sencillas y bien contadas.
“Dos cosas contribuyen en la vida a avanzar, ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino”.